Respuestas
Respuesta:
“La Ilustración fue un vuelo de Ícaro de la mente que se extendió por los siglos XVII y XVIII. Una visión del saber secular al servicio de los derechos del hombre y del progreso humano fue la mayor contribución de Occidente a la civilización. Inició la era moderna para todo el mundo; todos somos sus herederos.” (Edward O. Wilson, Consilience, 1998).
Explicación:
La relación entre los conceptos de ilustración, civilización y progreso en
la modernidad, y la crítica de Jean Jacques Rousseau
La noción de Progreso ha funcionado como el motor impulsor de toda la
civilización occidental. En efecto, la idea de progreso tuvo una gran influencia
en la sociedad humana y en su historia. Si bien puede ubicarse su origen en el
siglo XVI, alcanzó su mayor auge y esplendor en el siglo XVIII.
Cuando hablamos de progreso en este contexto histórico, podemos
pensarlo como un incremento en nuestros conocimientos, de las ciencias, de
las artes, de los servicios, etc., entonces consideramos al progreso como una
meta. Pensar en la idea de progreso significa pensar que la civilización se ha
movido, se mueve y se seguirá moviendo en la dirección que es deseable, de
manera que si dicho movimiento no se produce, estamos en frente de un
retroceso.
La idea de progreso necesitó de un clima intelectual para ser albergada
y esta atmósfera no se creó sino hasta el siglo XVI con la modernidad cuando
de la mano de las ideas de libertad, individualidad, autonomía, racionalidad, se
fue forjando la cultura burguesa en detrimento del poder teocrático. Así, se
originó el llamado “proyecto ilustrado” que significó el triunfo y maduración de
estas ideas. A partir de entonces, se consideró que la razón llevaría al
progreso económico y moral del hombre, esto forjó un nuevo concepto, el de
“civilización”.
En el presente trabajo nos proponemos analizar el un primer momento el
vínculo que enlaza las ideas de ilustración, progreso y civilización en la
modernidad, para luego, revisar la crítica que realiza Rousseau a la sociedad
de época, quien afirma que la Francia de la modernidad no se encontraba
frente al progreso de su civilización, sino por el contrario, la llamada
“civilización” había sido creada por el hombre, sólo con el fin de corromperlo y
que unos pocos obtuvieran ganancias. Rousseau considera que el verdadero
progreso no es económico y aparente, sino, que viene de la mano de la
educación y perfeccionamiento moral del hombre y en ese sentido, se acerca a
la postura que posteriormente tendrán los alemanes en el siglo XIX, entorno a
la idea de “cultura”.