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8
Una palabra homófona es aquella palabra que se escribe distinto a otra pero se pronuncia de la misma manera que esa otra. Además, poseen significados distintos.
Ejemplo:
Botar: echar fuera algo, saltar.
Votar: sufragio electoral.
Bello: hermoso o bonito.
Vello: cabello delgado.
Cegar: perder la vista.
Segar: cortar hierba.
Cerrar: tapar algo.
Serrar: acción de cortar con una sierra.
Sacarías: condicional del verbo sacar para el pronombre personal “tú”.
Zacarías: nombre de un individuo masculino.
Sumo: algo muy grande.
Zumo: extracto de líquido de las frutas.
A continuación se realiza un relato con dichas palabras.
Zacarías era un joven muy colaborador. Una persona muy entregada y responsable. En su casa, siempre ayudaba a su familia. Le gustaba botar la basura, serrar la madera en el taller de su padre, cerrar los huecos de su casa, colaborar a su madre a sacar el zumo de las frutas, segar la hierba en la casa de sus abuelos. También participaba mucho de la vida política de su comunidad. Le encantaban las elecciones que se realizaban y por eso iba a votar cuando debía ejercer su derecho. Para su familia, él era muy bello, y para quienes lo conocían era un sumo amigo.
Sin embargo, una situación lo hizo cambiar y fue el entregarse al vicio de las drogas. En sus momentos de lucidez, él pensaba: “Si no fueras dañina, sacarías lo mejor de mí”. El sudor corría por su vello facial el día en que una sobredosis le hizo cegar el entendimiento y el pobre muchacho pensó que podía volar y cayó por las escaleras y sufrió una fractura que le quitó la capacidad de caminar.
Ejemplo:
Botar: echar fuera algo, saltar.
Votar: sufragio electoral.
Bello: hermoso o bonito.
Vello: cabello delgado.
Cegar: perder la vista.
Segar: cortar hierba.
Cerrar: tapar algo.
Serrar: acción de cortar con una sierra.
Sacarías: condicional del verbo sacar para el pronombre personal “tú”.
Zacarías: nombre de un individuo masculino.
Sumo: algo muy grande.
Zumo: extracto de líquido de las frutas.
A continuación se realiza un relato con dichas palabras.
Zacarías era un joven muy colaborador. Una persona muy entregada y responsable. En su casa, siempre ayudaba a su familia. Le gustaba botar la basura, serrar la madera en el taller de su padre, cerrar los huecos de su casa, colaborar a su madre a sacar el zumo de las frutas, segar la hierba en la casa de sus abuelos. También participaba mucho de la vida política de su comunidad. Le encantaban las elecciones que se realizaban y por eso iba a votar cuando debía ejercer su derecho. Para su familia, él era muy bello, y para quienes lo conocían era un sumo amigo.
Sin embargo, una situación lo hizo cambiar y fue el entregarse al vicio de las drogas. En sus momentos de lucidez, él pensaba: “Si no fueras dañina, sacarías lo mejor de mí”. El sudor corría por su vello facial el día en que una sobredosis le hizo cegar el entendimiento y el pobre muchacho pensó que podía volar y cayó por las escaleras y sufrió una fractura que le quitó la capacidad de caminar.
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