quienes eran los flagelantes de la peste negra (resumen)
Respuestas
Respuesta:
Eran miembros de una secta de fanáticos religiosos, opuestos incluso a la Iglesia Católica, que predicaban la paz y la penitencia a través del castigo corporal: llegaban a una ciudad, se desnudaban de la cintura para arriba y se azotaban con látigos de puntas metálicas: unos a otros o a sí mismos; regaban con su sangre ...
Explicación:
fue un placer
Respuesta:
El movimiento de los Flagelantes surgió en la Italia de la Edad Media, promoviendo la idea de que uno podía alcanzar la salvación por méritos propios y sin ayuda de la Iglesia católica. Bastaba participar en sus procesiones de penitentes para ser absuelto de los pecados.
Historia:
Las grandes hambrunas y epidemias de la Edad Media eran consideradas en la opinión popular como un castigo divino por la corrupción de las costumbres, los pecados, el apartamiento del camino recto, etc, determinando en las conciencias un ciclo infernal. Aunque no originaban una vida moral más cristiana, determinaron movimientos de gran intensidad espiritual del tipo de los flagelantes.
El sentimiento de incertidumbre por la vida que puede ser destruida en un instante y de un modo atroz, engendraba una sensación de provisionalidad, de finitud y la íntima convicción de que no podría construirse nada estable. El concepto del Dios del amor se transformaba en el Dios de justicia (íntimamente sentida como injusticia).
La peste negra:
De 1347 a 1350 la peste negra asoló Europa, siendo la más atroz de las epidemias que Europa ha sufrido en su historia y causa de la probable desaparición de una tercera parte de su población. A esa gran calamidad, se añadieron las luchas civiles en Italia, la anarquía en Alemania y la Guerra de los Cien Años que arruinó Francia y agotó Inglaterra.
La brutal expansión de la peste negra incentivó e intensificó el resurgir del movimiento de los flagelantes, quienes estaban convencidos de que el fin del mundo estaba próximo. Viajaban en grupos organizados, unidos por votos que los obligaban a abstenerse de todo placer físico y les incitaba a soportar torturas y flagelaciones por 33 días, en memoria de los 33 años de la vida de Jesucristo.
En la primavera de 1348 tales procesiones se organizaron en Aviñón. Era una muchedumbre de hombres y mujeres descalzos, con la cabeza cubierta de ceniza, flagelándose sin piedad. El ejemplo de Francia fue seguido en Alemania y otros países.
Tal movimiento místico y religioso no tardó en degenerar. Los cortejos de flagelantes atrajeron lo más bajo de la sociedad, y se transformaron en expediciones de rapiña. Incluso la reunión de ambos sexos semidesnudos no carecía de peligros para las buenas costumbres.
El movimiento fue criticado por el papa Clemente VI, quien pensaba que era una manera de cuestionar su autoridad. El sumo pontífice se enojó más cuando los flagelantes comenzaron a atacar a los judíos que encontraban en su camino, acusándolos de cometer crímenes que "hacían enojar a Dios". De esta manera, en 1346 se inició la persecución de los flagelantes, a quienes también se les culpaba por ser los "responsables" de la peste negra que se agravó en 1348. El papa condena formalmente en 1349 en su bula "Inter sollicitudines" a todos los flagelantes, declarándolos herejes. Sin embargo, no consigue erradicarlos por completo, terminando el movimiento por recibir la condena absoluta en el concilio de Constanza (1414-1418).
Por lo tanto, en Alemania y en el sur de Europa siguieron existiendo grupos de flagelantes durante más de dos siglos después de su aparición, aunque mantenían grandes diferencias entre sí. En Italia y el sur de Francia las comunidades de flagelantes florecían en todas las ciudades importantes, eran severamente ortodoxas en lo religioso y gozaban del reconocimiento de las autoridades civiles y eclesiásticas. En Alemania, en cambio, eran sospechosas de esconder tendencias herejes y revolucionarias.
Los flagelantes alemanes acabaron siendo enemigos decididos de la iglesia católica, condenando al clero y negando la autoridad sobrenatural que los sacerdotes reclamaban, pues solo ellos podían fundar su autoridad en la Biblia y las tradiciones. En cambio, los flagelantes proclamaban que habían sido enseñados directamente por el Espíritu Santo, que los había enviado a predicar por todo el mundo. Por eso, algunos grupos no vacilaron en boicotear oficios religiosos, apoderarse de las riquezas eclesiásticas y flagelar o asesinar clérigos.
Los "flagelantes"
Eran miembros de una secta de fanáticos religiosos, opuestos incluso a la Iglesia Católica, que predicaban la paz y la penitencia a través del castigo corporal: llegaban a una ciudad, se desnudaban de la cintura para arriba y se azotaban con látigos de puntas metálicas: unos a otros o a sí mismos; regaban con su sangre las calles y lograban convertir a su extraña fe a las muchedumbres que creían en su poder salvador y empapaban sus pañuelos con esa sangre arrancada por el flagelo corporal.
Explicacion:
Espero haberte ayudado.