Respuestas
1. Tener clara nuestra postura: aunque parezca evidente, no lo es. Y es que saber qué queremos comunicar es el primer paso para una buena argumentación.
2. Pensar los mensajes clave: diseñar por adelantado los mensajes clave que van a articular nuestro discurso, teniendo en cuenta cuál es el objetivo del debate, es fundamental. Pensar antes que hablar evitará la necesidad de improvisar.
3. Ponerlos por escrito: escribir las ideas fundamentales que queremos transmitir nos ayudará.
4. Escuchar con atención: para poder replicar y dar respuesta a las cuestiones planteadas, lo más importante es escuchar primero a nuestros interlocutores. Solo de esa manera podremos comprender su postura y elegir los argumentos más adecuados.
5. Apoyar los argumentos en datos y ejemplos: las cifras y los ejemplos nos aportan credibilidad, sobre todo si son extraídos de fuentes reconocidas y fiables