• Asignatura: Química
  • Autor: familiaolaya8
  • hace 2 años

poemas triste me pueden decir

Respuestas

Respuesta dada por: lionelmathitoro
0

Respuesta:

espero te hagan llorar jj

dame corona

Explicación:

1. Mi corazón oprimido (Federico García Lorca)

Mi corazón oprimido

Siente junto a la alborada

El dolor de sus amores

Y el sueño de las distancia.

La luz de la aurora lleva

Semilleros de nostalgias

Y la tristeza sin los ojos

De la médula del alma.

La gran tumba de la noche

Su negro velo levanta

Para ocultar con el día

La inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos

Cogiendo niños y ramas

Rodeado de la aurora

Y llena de noche el ama!

 

¡Qué haré si tienes tus ojos

Muertos a las luces claras

Y no ha de sentir mi carne

El calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempre

En aquella tarde clara?

Hoy mi pecho está reseco

Como una estrella apagada.

Comenzamos nuestra selección con esta bonita pero dura creación del grandísimo Federico García Lorca; uno de los poetas que mejor ha retratado (y conocido) la tristeza  y el sufrimiento humanos.

2. Curriculum (Mario Benedetti)

El cuento es muy sencillo

usted nace

contempla atribulado

el rojo azul del cielo

el pájaro que emigra

el torpe escarabajo

que su zapato aplastará

que su zapato aplastará

valiente

usted sufre

reclama por comida

y por costumbre

por obligación

llora limpio de culpas

extenuado

hasta que el sueño lo descalifica

usted ama

se transfigura y ama

por una eternidad tan provisoria

que hasta el orgullo se le vuelve tierno

y el corazón profético

se convierte en escombros

usted aprende

y usa lo aprendido

para volverse lentamente sabio

para saber que al fin el mundo es esto

en su mejor momento una nostalgia

en su peor momento un desamparo

y siempre siempre

un lío

entonces

usted muere.

Mario Benedetti siempre ha destacado por sus poesías sobre el amor, pero donde hay amor, muchas veces también hay o ha habido tristeza. Este poema triste así lo demuestra, con un final realmente impactante.

3. Al triste (Jorge Luis Borges)

Ahí está lo que fue: la tercera espada

del sajón y su métrica de hierro,

los mares y las islas del destierro

del hijo de Laertes, la dorada

luna del persa y los sin fin jardines

de la filosofía y de la historia,

El oro sepulcral de la memoria

y en la sombra el olor de los jazmines.

Y nada de eso importa. El resignado

ejercicio del verso no te salva

ni las aguas del sueño ni la estrella

que en la arrasada noche olvida el alba.

Una sola mujer es tu cuidado,

igual a las demás, pero que es ella.

Quién es uno de los mejores escritores de la historia de las letras hispanas crea esta trascendental poesía para deleitar a los amantes de este arte. Porque hay momentos en lo que nada importa, y en las peores casos, habrán cosas que nunca más volverán a importar.

4. Soledad astral (Doble Zero)

La calma se hace fría

del cosmos absoluto

y en el viñedo oscuro

se frena el devenir.

Entre la noche brillan

estrellas parpadeantes

y la luna danzante

va plateando la vida.

El humo del cigarro

se marcha de mi boca

para abrirse en las hojas

manchadas de su gris.

Entre esta lejanía

los astros van despacio

mis pensamientos raudos

y tú no estás aquí.

Busco el universo

recuerdos con tu rostro

que me penetran como

un toro al carmesí.

Todo se hace en silencio

como en silencio nacen

ocasos por las tardes

y las nubes de abril.

En silencio me hundo

mas mi corazón grita

poniendo de rodillas

de mi alma, su confín.

Se fracturó mi vida

el cuento se ha acabado

y ya no hay colorados

para este colorín.

Pocas cosas atormentan más al ser humano como especie y como individuo como la soledad. La consciencia es un arma de doble filo que puede hacernos sentir especialmente mal en el evidente vacío de la existencia, (casi) solo combatible cuando tenemos a nuestro lado personas a las que queremos (y nos quieren). Pero, ¿qué pasa cuando se van? Pues bien, en estos poemas y en concreto en este ejemplar de Doble Zero (nombre artístico), encontramos una respuesta.

5. Dolor (Alfonsina Storni)

Quisiera esta tarde divina de octubre

pasear por la orilla lejana del mar;

que la arena de oro, y las aguas verdes,

y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,

como una romana, para concordar

con las grandes olas, y las rocas muertas

y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos

y la boca muda, dejarme llevar;

ver cómo se rompen las olas azules

contra los granitos y no parpadear;

ver cómo las aves rapaces se comen

los peces pequeños y no despertar;

pensar que pudieran las frágiles barcas

hundirse en las aguas y no suspirar;

ver que se adelanta, la garganta al aire,

el hombre más bello, no desea amar…

Perder la mirada, distraídamente,

perderla y que nunca la vuelva a encontrar:

y, figura erguida, entre cielo y playa,

sentirme el olvido perenne del mar.

Como ya hemos descubierto en otras poesías dentro de Frasespedia, la naturaleza es un tema recurrente con independencia  del tema tratado. En este caso, los poemas de tristeza, siempre que rimen, también se pueden servir de ella para potenciar su expresividad.

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