Respuestas
Respuesta:
espero te hagan llorar jj
dame corona
Explicación:
1. Mi corazón oprimido (Federico García Lorca)
Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores
Y el sueño de las distancia.
La luz de la aurora lleva
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin los ojos
De la médula del alma.
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.
¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo niños y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el ama!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
Como una estrella apagada.
Comenzamos nuestra selección con esta bonita pero dura creación del grandísimo Federico García Lorca; uno de los poetas que mejor ha retratado (y conocido) la tristeza y el sufrimiento humanos.
2. Curriculum (Mario Benedetti)
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
que su zapato aplastará
valiente
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
Mario Benedetti siempre ha destacado por sus poesías sobre el amor, pero donde hay amor, muchas veces también hay o ha habido tristeza. Este poema triste así lo demuestra, con un final realmente impactante.
3. Al triste (Jorge Luis Borges)
Ahí está lo que fue: la tercera espada
del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
El oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Una sola mujer es tu cuidado,
igual a las demás, pero que es ella.
Quién es uno de los mejores escritores de la historia de las letras hispanas crea esta trascendental poesía para deleitar a los amantes de este arte. Porque hay momentos en lo que nada importa, y en las peores casos, habrán cosas que nunca más volverán a importar.
4. Soledad astral (Doble Zero)
La calma se hace fría
del cosmos absoluto
y en el viñedo oscuro
se frena el devenir.
Entre la noche brillan
estrellas parpadeantes
y la luna danzante
va plateando la vida.
El humo del cigarro
se marcha de mi boca
para abrirse en las hojas
manchadas de su gris.
Entre esta lejanía
los astros van despacio
mis pensamientos raudos
y tú no estás aquí.
Busco el universo
recuerdos con tu rostro
que me penetran como
un toro al carmesí.
Todo se hace en silencio
como en silencio nacen
ocasos por las tardes
y las nubes de abril.
En silencio me hundo
mas mi corazón grita
poniendo de rodillas
de mi alma, su confín.
Se fracturó mi vida
el cuento se ha acabado
y ya no hay colorados
para este colorín.
Pocas cosas atormentan más al ser humano como especie y como individuo como la soledad. La consciencia es un arma de doble filo que puede hacernos sentir especialmente mal en el evidente vacío de la existencia, (casi) solo combatible cuando tenemos a nuestro lado personas a las que queremos (y nos quieren). Pero, ¿qué pasa cuando se van? Pues bien, en estos poemas y en concreto en este ejemplar de Doble Zero (nombre artístico), encontramos una respuesta.
5. Dolor (Alfonsina Storni)
Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desea amar…
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.
Como ya hemos descubierto en otras poesías dentro de Frasespedia, la naturaleza es un tema recurrente con independencia del tema tratado. En este caso, los poemas de tristeza, siempre que rimen, también se pueden servir de ella para potenciar su expresividad.