Respuestas
Como las otras Tradiciones, “El Alacrán De Fray Gómez” tiene tres partes. En la primera parte, el lector está introducido al refrán “Esto vale tanto como el alacrán de fray Gómez”, que uno se usa para describir algo bonito y caro. De aquí, el narrador trata de explicar este dicho con unas historias (divididas por dos partes). En la primera parte de las historias, el narrador destaca en una persona (probablemente imaginario), fray Gómez, quién hizo “milagros a mantas”. También él “tiene” un expediente (archivo que contiene papeles oficiales sobre una persona o un asunto) en la Iglesia para su “beatificación y canonización”. Hay dos ejemplos de sus milagros en esa parte, probablemente para dar credibilidad a la parte final. En el primer milagro, fray Gómez cura un hombre que cayó de su caballo y sufrió un golpe en la cabeza. El lo cura con sus manos sin médico, y camina aparta de un muchedumbre de personas (mostrando humildad). En el segundo milagro, fray Gómez produce un par de pejerreyes (peces) de nada para San Francisco Solano, quien está sufriendo de una jaqueca. En la parte final, el narrador dice la historia que explica el refrán “el alacrán de fray Gómez”. En esta historia, un castellano viejo viene a fray Gómez para una presta de dinero. Fray Gómez, quien tomó un juramento de pobreza, no tiene dinero para prestar al viejo, pero él pone un alacrán en una hoja de papel y el alacrán convierte en una joya “espléndida”. Fray Gómez dice al viejo que él necesita devolver la alhajita en seis meses. El castellano viejo trae la joya a un usurero. El usurero ofrece dos mil para la joya, pero el viejo solamente pide quinientos (la suma que él le pidió a fray Gómez). Al fin de los seis meses, el viejo devuelve la joya al fray Gómez, y la alhaja convierte en el alacrán original.