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No solo es el fastidio de no poder ver televisión, o estar a oscuras si es de noche. Cuando se va la electricidad, como ocurrió la tarde de este lunes en un gran sector de Lima, tanto en hogares, como en las calles, las vías donde los semáforos ordenan el tránsito vehicular y en los comercios, empiezan a haber muchos problemas.
Y ni qué decir de las plantas de producción, los negocios donde es indispensable la electricidad para conservar alimentos, sobre todo en verano, en las oficinas donde los trabajadores necesitan comunicarse por correo electrónico, en negocios on line mediante los cuales se realizan ventas en tiempo real, en los edificios en los que las personas se trasladan por ascensores, en las salas de hospitales donde se opera con ayuda de aparatos que funcionan con electricidad.
Hoy más de 500 mil personas se vieron perjudicadas por lo que “se presume” fue una falla ocasionada por “fuegos artificiales por carnavales”, según refirió la Red de Energía del Perú.
“¡Se fue la luz!” -como se suele decir- fue lo primero que escribieron los que podían conectarse a las redes sociales con sus móviles. Pero no se imaginaban que serían más de 4 horas sin fluido eléctrico (en algunos distritos aún no retornaba hasta el cierre de esta nota). Poco a poco muchos empezaron a desaparecer del Twitter y Facebook ya que -sin electricidad- no podían recargar las baterías de sus aparatos.
La mayoría empezó a realizar llamadas a sus familiares tanto desde teléfonos fijos como celulares, saturando las redes.