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Respuesta:
En la juglaría se refugiaron los distintos tipos de actores procedentes del teatro latino, junto con los de procedencia bárbara, cada uno con sus técnicas y cualidades, ambos se mezclan en el polifacético oficio de juglar. Hay rasgos de teatralidad o, cuanto menos, interpretativos en los juegos de escarnio, en la lírica (donde hay indicios de que las cantigas pudieron ser representadas ante público),14 en los espectáculos de los zaharrones y en el de los juglares de gesta.nota 12
A pesar de la escasa información sobre el origen de teatro medieval, existe un cierto consenso en creer que las primeras obras teatrales medievales son de temática religiosa y ligadas a las prácticas litúrgicas. Los clérigos copian la teatralidad juglaresca, dignificando el oficio de actor.nota 13 Es probable que la iglesia contase con juglaresnota 14 como actores para la representación de autos o para los tropos (Hay juglares representados en un tropario de la abadía de San Marcial de Limoges).
Tal y como se deduce en las Siete Partidas de Alfonso X, existía un teatro laico de temática profana del que apenas queda rastro, sobre cuyo origen hay diversas teorías. Parte del mismo estaría en manos de los juglares histriones, o bien por ser compuesto por ellos o por ser los actores del mismo. El teatro juglaresco sería bien distinto al teatro convencional, enfocado a entretener un público que, en vez de ir a presenciar el desarrollo de una trama o intriga, fuese a ver escenas sueltas dentro de un espectáculo más amplio y variado.
El juglar, a diferencia del actor convencional, ni se ciñe a un texto, (lo usa como guía, junto a su capacidad de improvisación para adaptarse al público), ni abandona su personalismo al interpretar (no se convierte en el personaje que interpreta, sino que este se expresa por medio del juglar). El arte juglaresco no está centrado en la parte interpretativa, sino en la comunicativa; el juglar se parecería más a un showman, un monologuista o al actor del teatro de calle actual que a un actor convencional de cine o teatro.
Con su inclusión en el teatro religioso y el cortesano, el juglar se va transformando en actor, abandonando su faceta de narrador y performance, dando lugar al actor medieval y al renacentista especializado en la interpretación de personajes. De los juglares histriónicos derivan figuras como el arlequín o los cómicos de la legua.
Explicación:
El peculiar marco socio-político en buena parte de Iberoamérica generó, ya en pleno siglo XX, diversos modelos que podrían considerarse continuadores o reflejo de la juglaresca medieval europea y el folk-singer de América del Norte. Modernos trovadores (así conocidos en varios países del Nuevo Mundo) y troveros, con el título de payadores en el Cono Sur, pueden ser considerados, en diferentes niveles de compromiso y personalidad: Atahualpa Yupanqui, Victor Jara, Pablo Milanés, Jacinto Palacios o Jorge Cafrune, por citar tan solo a los más conocidos en el plano internacional.También pueden ser considerada dentro de la juglaría de instrumentos a la agrupación callejera chilena, integrada por un organillero y dos chinchineros o percusionistas bailarines. Esta tradicional tripleta es, por lo demás, extensión de la tradición organillera alemana, desaparecida ya en la primera mitad del siglo XX.