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Un predicador de lujo de Ricardo Palma
El padre Samamé, perteneciente de la orden dominica, con treinta años que hubo de monacal no enseñó más que una vez. Todo esto ocurrió en la tierra donde el anticristo se formó cigarrero y no le yació del todo mal en el trabajo.
Huacho en una época anterior, era un villorrio de marinos y campesinos, muchedumbre de letras gruesas o de escasa discreción. Ellos por habilidad de birlibirloque, transformaban un pescado en corvina y rendían la cáscara del fruto para hacer naranjas hipnotizas.
Acercándose la semana bendita, él cura del distrito se encontraba inhabilitado para instruir la reprimenda de tres tiempos por origen de un astuto reumatismo. En tal compromiso, rasgueó a un amigo de Lima, encomendándose que le buscase para el viernes Santo un evangelista que apalease siquiera dos bes, es decir, bueno y barato.
Un predicador de lujo de Ricardo Palma
El padre Samamé, perteneciente de la orden dominica, con treinta años que hubo de monacal no enseñó más que una vez. Todo esto ocurrió en la tierra donde el anticristo se formó cigarrero y no le yació del todo mal en el trabajo.
Huacho en una época anterior, era un villorrio de marinos y campesinos, muchedumbre de letras gruesas o de escasa discreción. Ellos por habilidad de birlibirloque, transformaban un pescado en corvina y rendían la cáscara del fruto para hacer naranjas hipnotizas.
Acercándose la semana bendita, él cura del distrito se encontraba inhabilitado para instruir la reprimenda de tres tiempos por origen de un astuto reumatismo. En tal compromiso, rasgueó a un amigo de Lima, encomendándose que le buscase para el viernes Santo un evangelista que apalease siquiera dos bes, es decir, bueno y barato.