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Respuesta:
La colonización española de América ha sido el proceso por el cual se implantó en el Nuevo Mundo una gestión que pretendía ser imitación o duplicado de la gestión peninsular contemporánea.1 Este lapso se extendió a partir del 12 de octubre de 1492, día del descubrimiento de América, hasta el 13 de julio de 1898, cuando se celebró un acto formal de arriado de la bandera española en San Juan de Puerto Rico, en cumplimiento del Protocolo de Tranquilidad de Washington firmado el día anterior con USA.
La colonización de América ha sido efectuada sustancialmente por la Corona de Castilla (ligada a los reinos indianos dinásticamente) y es la continuación de una primera expansión y vivencia colonizadora del Reino de Castilla en las Islas Canarias, en las cuales ensayó por primera ocasión a cierta escala la vivencia de conquistar, repoblar y regir un territorio nuevo, habitado por pueblos desconocidos, asimilándolos y cristianizándolos en el proceso.
Esta vivencia y la vida de fórmulas hechas para resolver los inconvenientes de fundación de nuevas localidades, pactos y enfrentamientos con los naturales del territorio, denominación y atribuciones de los Adelantados militares, engranaje de los instrumentos administrativos: religioso, civil y militar, han sido después extensamente utilizadas en América, poseen sus precedentes lejanos en la vivencia de la Reconquista y repoblación de la península ibérica y explican en parte el extraordinario triunfo de la colonización.
Desde el siglo XV, los territorios y naciones nativos han sido incorporados por la monarquía española por medio de la Conquista de América, formando parte de un proceso histórico más extenso nombrado mercantilismo, dando sitio al Imperio español en América.
Debido a la célebre bula del papa Paulo III Sublimis Deus de 1537 que declara a los nativos hombres con todos los efectos y habilidades de cristianos, hubo un enorme contraste entre la colonización española, la anglosajona y francesa en América.
Explicación:
La colonización española de América ha sido el proceso por el cual se implantó en el Nuevo Mundo una gestión que pretendía ser imitación o duplicado de la gestión peninsular contemporánea.1 Este lapso se extendió a partir del 12 de octubre de 1492, día del descubrimiento de América, hasta el 13 de julio de 1898, cuando se celebró un acto formal de arriado de la bandera española en San Juan de Puerto Rico, en cumplimiento del Protocolo de Tranquilidad de Washington firmado el día anterior con USA.
La colonización de América ha sido efectuada sustancialmente por la Corona de Castilla (ligada a los reinos indianos dinásticamente) y es la continuación de una primera expansión y vivencia colonizadora del Reino de Castilla en las Islas Canarias, en las cuales ensayó por primera ocasión a cierta escala la vivencia de conquistar, repoblar y regir un territorio nuevo, habitado por pueblos desconocidos, asimilándolos y cristianizándolos en el proceso.
Esta vivencia y la vida de fórmulas hechas para resolver los inconvenientes de fundación de nuevas localidades, pactos y enfrentamientos con los naturales del territorio, denominación y atribuciones de los Adelantados militares, engranaje de los instrumentos administrativos: religioso, civil y militar, han sido después extensamente utilizadas en América, poseen sus precedentes lejanos en la vivencia de la Reconquista y repoblación de la península ibérica y explican en parte el extraordinario triunfo de la colonización.
Desde el siglo XV, los territorios y naciones nativos han sido incorporados por la monarquía española por medio de la Conquista de América, formando parte de un proceso histórico más extenso nombrado mercantilismo, dando sitio al Imperio español en América.
Debido a la célebre bula del papa Paulo III Sublimis Deus de 1537 que declara a los nativos hombres con todos los efectos y habilidades de cristianos, hubo un enorme contraste entre la colonización española, la anglosajona y francesa en América.