Respuestas
una clara insatisfacción con la entrada en vigencia de la nueva Ley Aduanera Nacional. Se ha reportado que genera importantes retrasos en la importación de productos en las fronteras. Se ha señalado un sector privado que claramente pide la suspensión de la ley, la cual señalan como no transparente y ha generado una gran confusión. Incluso, se ha hecho patente que existe un conflicto dentro del mismo Gobierno, con un bando que aboga por reformar la nueva ley aduanera y otro bando que se opone a dicha propuesta.
Al día de hoy no he visto a nadie preocupado por el impacto que tiene la ley aduanera en el bolsillo de los consumidores y las perspectivas de empleo de los trabajadores. Sin embargo, esta ley está teniendo un impacto negativo cada vez mayor en ambos.
Los retrasos y sobre-costos vinculados con la ley aduanera implican mayores precios para los consumidores. Los retrasos pueden generar caídas en los inventarios, que luego se van a ver reflejados en desabastecimiento y finalmente en incrementos en los precios. Incrementos ocurridos por dos razones. Primero, porque ante el desabastecimiento, las empresas incrementarán los precios de un bien escaso. Segundo, porque las empresas tendrán que incurrir en mayores costos de capital de trabajo, para poder mantener mayores niveles de inventario, dado que las aduanas se están retrasando más de un mes en que entren los contenedores.
Los retrasos y sobre-costos vinculados con la ley aduanera implican menos oportunidades de trabajo para los guatemaltecos. Los retrasos implican mayores costos para las empresas: horas extras para los trabajadores para cumplir con los tiempos de entrega; mayor endeudamiento y tasas de interés para poder mantener un inventario mayor (en bodega y en las aduanas); etc. Si bien las empresas tendrán que asumir estos costos en el corto plazo, las empresas tomarán decisiones importantes en los próximos 6 y 12 meses. Si la situación continúa, seguramente las empresas reducirán sus operaciones, reducirán su número de trabajadores, e incluso, es probable que cierren sus operaciones. Especialmente, si son empresas para las cuales los tiempos de entrega son importantes, como aquellas empresas que atienden mercados internacionales y que seguro ya están evaluando el atractivo de otros países de la región.
Es importante que el Gobierno reconozca estos problemas, pues no sólo está perdiendo el apoyo del sector empresarial. Conforme los días pasen, empezará a perder también el apoyo de otros sectores de la población.