Respuestas
Respuesta:
A muchos nos resulta fácil imaginar los brillantes espacios de mármol de Roma en un día soleado, pues esa es la imagen que nos muestran las películas y las novelas, por no mencionar los libros de historia.
¿Pero qué pasaba al anochecer? Más concretamente, ¿qué sucedía con la gran mayoría de la población de la ciudad imperial, que vivía en habitaciones atiborradas, no en las amplias mansiones de los ricos?
Recuerda que, en el siglo I a.C., en la época de Julio César, la antigua Roma era una ciudad de un millón de habitantes: ricos y pobres, esclavos y ex esclavos, libres y extranjeros.
Fue la primera metrópolis multicultural del mundo, con barrios marginales, viviendas de múltiples ocupaciones y zonas de vertedero humano, todo lo cual tendemos a olvidar cuando nos concentramos en sus magníficas columnas y plazas.
Entonces, ¿cómo era la ciudad de Roma, la verdadera ciudad, después de que se apagaban las luces?
¿Se puede reconstruir esa historia poco contada?
El mejor lugar para comenzar es la sátira de ese gruñón romano, Juvenal, quien evocó una imagen desagradable de la vida cotidiana en Roma alrededor del año 100 d.C.
Explicación: