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Respuesta:
Un estudio realizado por ONU Mujeres sobre el progreso de las mujeres en Colombia y la transformación en la economía para realizar los derechos dice que el avance del empoderamiento femenino ha sido lento, insuficiente y desigual. Esto a pesar de que el país ha avanzado en la legislación para disminuir las brechas de género, pero no en la implementación real de la misma.
Explicación:
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La plata sigue sin llegar a los bolsillos de las mujeres
El aporte femenino al mercado laboral ha crecido más que el de los hombres, pero avance es desigual
Un estudio realizado por ONU Mujeres sobre el progreso de las mujeres en Colombia y la transformación en la economía para realizar los derechos dice que el avance del empoderamiento femenino ha sido lento, insuficiente y desigual. Esto a pesar de que el país ha avanzado en la legislación para disminuir las brechas de género, pero no en la implementación real de la misma.
''El incremento de la participación de las mujeres en la economía ha sido favorecido por factores como la reducción en la tasa de fecundidad (2,3 hijos por mujer en 2015),el incremento del nivel educativo y el cambio en el tamaño y la composición de las familias. Las mujeres han expandido su papel como generadoras de ingresos y muchas se han convertido en las principales proveedoras de sus hogares. Estos cambios también se ven representados en el aumento de los hogares monoparentales, de los cuales los de jefatura femenina son alrededor de un 85%”, dice el informe que cuenta con las estadísticas de la Gran Encuesta de Hogares del Dane.
Sin embargo, las dinámicas en la esfera doméstica siguen limitando a las mujeres. Este ámbito enmarca el embarazo adolescente, el matrimonio y las uniones de las niñas y la violencia al interior de los hogares, reportada por una de cada tres mujeres en una relación conyugal en el país. “Esto ha creado nuevos riesgos económicos para las mujeres, particularmente entre aquellas con bajos niveles de inserción laboral y bajos ingresos”, dice el informe.
El estudio, además, define que existen tres tipos de escenarios económicos a los que se enfrentan las mujeres y que, aunque son determinados por aspectos familiares, educativos, de condición de pobreza o de ocupación, influyen en la enorme diferencia entre hombres y mujeres en material laboral y económica.