Respuestas
El fuerte, cuando es mala persona, abusa del débil porque puede.
Si tiene ventaja física, usará violencia física.
Si tiene ventaja psicológica, usará violencia psicológica.
Si tiene ventaja legal, usará violencia legal.
Independientemente de cual sea la relación, el género, la edad...
Por ello, ante una situación de abuso, el débil necesita protección, porque él sólo no puede defenderse.
Dicha necesidad de protección no depende del género, raza, orientación sexual, edad, etc. de abusado o abusador.
Dicha necesidad de protección no depende del motivo que tenga el abusador para abusar.
Dicha necesidad depende de la indefensión del débil ante el fuerte, depende de la asimetría de fuerzas.
Generar una asimetría de fuerzas, en este caso legal, sólo sirve para que las malas personas a las que se les da una ventaja, la utilicen contra quienes son más débiles.
Más triste aún, cuando dicho abuso trae como consecuencia que se desproteja por saturación al subconjunto de víctimas al que pretendías favorecer.