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A menudo los reptiles presentan cuerpos alargados y cubiertos de escamas. Los cocodrilos actuales, quelonios, lagartos y serpientes son todos ectotérmicos y cubierto de escamas, sin embargo se ha demostrado que los distintos tipos de reptiles pertenecen a diferentes linajes.
Ejemplos de reptiles son los Cocodrilos, los lagartos, serpientes y tortugas. Algunos animales prehistóricos son considerados reptiles aunque algunos poseían características impropias de los “reptiles actuales”. Por ejemplo, los Ictiosaurios, se encontró que eran vivíparos; Se sabe que muchos pterosaurios eran peludos; otros, los “reptiles mamiferoides” dieron origen a los mamíferos. Tradicionalmente también los dinosaurios han sido considerados reptiles aunque estudios en los años 90 finalmente revelaron que los dinosaurios mantenían una temperatura corporal constante (eran de sangre caliente!) y además algunos dinosaurios terópodos, sobrevivieron a la extinción: estas son las aves. Son también llamados de sangre fría, una definición que hace referencia a que la temperatura de su cuerpo depende directamente de la temperatura del medio ambiente en el que están, por lo que tienen que desplazarse en su medio para regular su temperatura corporal. Los reptiles son animales poiquilotermos.
Así pues, podemos afirmar que los reptiles son animales vertebrados, con escamas y ectotermos. Ectotermo es también una referencia vulgar a la denominación de “sangre fría”. Esto quiere decir que los reptiles no pueden regular la temperatura de su cuerpo internamente; en lugar de ello dependen de modo directo de la temperatura del medio ambiente en el que están para regular su temperatura corporal: un reptil que se quede frío apenas se moverá ni podrá iniciar su actividad normal, asi que se expondrá al sol o a un lugar más cálido. Y si tienen demasiado calor se moverá a la sombra o se refugiará.
Existen reptiles carnívoros, reptiles herbívoros y reptiles omnívoros.
Tienen una piel gruesa y escamosa que les protege del medio ambiente. Los reptiles tienen en común esta piel provista de escamas queratinosas, si bien la escamación de los reptiles puede ser de varios tipos como granulares, redondeadas, carenadas o quilladas. En la mayoría de los casos, los reptiles deben cambiar o mudar su piel según crecen. Este proceso se conoce con el nombre de ecdisis, y hay reptiles que mudan su piel prácticamente entera como las serpientes o pueden mudarla en varios trozos (las tortugas por ejemplo mudan con frecuencia placas de su caparazón). La piel de los reptiles no es permeable como en los anfibios, así que los reptiles son independientes del medio acuático aunque algunos estén adaptados a vivir en el agua dulce, y muy pocos reptiles en el mar.
Los reptiles tienen respiración pulmonar, y en algunos tipos de reptiles también se da respiración cutánea.