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El romanticismo y el realismo son dos movimientos culturales que se caracterizaron fundamentalmente por la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. Así pues, ambas corrientes exaltan la capacidad del ser humano como entidad a seguir, defendiendo el anticlericalismo radical. Además, sus obras van dirigidas a atacar toda estructura social, religiosa y gubernamental, fomentando a través de las mismas la denuncia del pueblo y el humano individual.
A pesar de lo anterior, así como hay algunos puntos coincidentes, existen numerosas diferencias entre estas corrientes, las cuales serán descritas en este artículo a partir de sus definiciones.
Romanticismo
Para comenzar, el romanticismo fue un movimiento cultural y artístico que se desarrolló en Europa y América durante el siglo XIX. Entre sus características tenemos que, el romanticismo rechaza la sociedad burguesa y huye hacia épocas pasadas y culturas exóticas a través de sus obras. Los temas románticos surgen de los delirios de la fantasía y de los sentimientos y se inspiran en las leyendas.
Asimismo, los personajes representados en sus obras eran personajes heroicos, idealizados y rebeldes que se enfrentan a la sociedad y a las fuerzas del destino. El género literario que predominó en este movimiento fue la lírica y el teatro, en el que utilizaba un lenguaje tremendista, exaltado e hiperbólico.
Finalmente, en el romanticismo prevalece el subjetivismo, en el cual el autor modifica la realidad. Brinda gran importancia al paisaje natural y se evidencia un gusto por lo sobrenatural y además, el romanticismo se opone rotundamente a las normas, considerando como héroe a quien se opone a ellas.
Realismo
Podemos decir que, el realismo fue una corriente de pensamiento que plantea que la realidad tiene una existencia absoluta independiente de nuestros pensamientos, ideas e incluso la conciencia. Este sostiene que, la única realidad es el mundo material y que el estudio del mundo exterior es la única manera confiable de encontrar la verdad.
El realismo se identifica con los valores de la sociedad burguesa aunque a menudo le hace críticas con la intención de reformarla. Para el realismo, el arte es producto de la realidad directa y minuciosa de la realidad. Los temas que sobresalen en este movimiento son los inherentes a la realidad social contemporánea, es decir, el mundo en que se vive.
Los personajes representados en sus obras eran personajes anónimos, influidos por la sociedad y que adquieren una dimensión trágica. El género literario que predominó en este movimiento fue la novela, en la que se utilizaba un lenguaje coloquial basado en diálogos, combinado con el léxico científico del narrador.
Para concluir, en el realismo prevalece el objetivismo, en el cual el autor observa la realidad, brindando gran importancia al paisaje urbano, donde se evidencia un gusto por lo cotidiano. Además el realismo defiende las normas, considerando un inadaptado social a quien se opone a ellas.