Respuestas
La conciliación extrajudicial por lo general tiene una premisa máxima que sirve como punto de partida: procede la conciliación fuera de juicio en todos los casos que el arreglo o acuerdo no sea contrario a las leyes vigentes.
Por ejemplo, una pareja antes de divorciarse puede acordar la repartición de bienes, y ello sería objeto de acuerdo extra judicial. Cada país determina la forma de legalizar o registrar estos acuerdos para certificarlos.
En consecuencia la conciliación extrajudicial no procede en los casos contrarios a las leyes vigentes, cuando impliquen la violación de derechos fundamentales, cuando se atente contra la propia dignidad humana o contra la moral y las buenas costumbres.
Tampoco procede en los casos en que se ponga en peligro la integridad física o se corran riesgos potencialmente nocivos o perjudiciales para la cualquiera de las partes.
Tampoco procedería en los casos en que traigan como consecuencia la falta de protección para niños, personas mayores, personas con discapacidad o que tengan implícito la discriminación en cualquiera de sus formas.