Respuestas
abrí las ventanas de mi alma y las lámparas gigantes de rayos solares impregnaron mi mirada, yo y el gigante astro amarillo nos miramos con pasión y supe que sería un afable día pues hoy iba a fornicar, así que me aventure en mi travesía recorrí los angostos y fríos suelos de mi humilde morada, cuando la bestia hambrienta que vive en mi hizo un estruendoso rugido y sabía claramente que tenía que complacer su hambre, así sin dudarlo me arme valor para ir a la inmensa jungla de personas para buscar un néctar que sea capaz de saciar a mi bestia interna, pero de pronto un inconveniente sucedio, ¡EL DINERO! aquella cosa sustancial que hace mover al hombre, había caído en mi olvidó, algo tan importante en la vida de las personas y yo lo había olvidado, pero este no sería el fin de mi travesia había llegado tan lejos como para rendirme así que mire fijamente a la señora de la tienda y le dije "tengo hambre >:v" la señora se sintió muy ofendida respecto a mis palabras así que hizo un enorme alarido, entre el caos y la confusión cogí atrevidamente una mezcla de pan, lechuga, jamón y mayonesa y di inicio a mi partida y volví al lugar donde todo había iniciado y la bestia había sido calmada, el preciado alimento dio fin,
con esta historia la cual llamo "mis vacaciones".