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El PP habla de "traición" de Moratinos y es inútil insistir en las razones del ministro para dilucidar si ha hecho bien, mal o regular. Es un traidor y punto. Aunque, mucho me temo, al grueso del ciudadanaje le tiene sin cuidado lo que sea. Hay una serie de problemas que afectan a los habitantes de la zona a un lado y otro de la línea y que habrán de resolverse; pero, fuera de ahí la actitud general es de indiferencia. Hemos de convenir que si el mantenimiento de la colonia es un anacronismo, no lo es menos calificar de visita de "traición". Sólo le falta al PP convocar a las juventudes joseantonianas.
No me gusta el palabro "traición". Menos cuando se emplea, como en esta ocasión, para enervar al personal en el contexto de la pugna partidista por el poder que se traen. Menos aún en boca de una formación que cuenta entre sus referentes a un Aznar. El ex presidente ha recomendado a empresarios estadounidenses, en foros públicos, no invertir en España; y no anda lejos de la campaña de la petrolera Exxon contra las empresas españolas de energías renovables. No soportarían que las alusiones de Obama a este sector se tradujera en contratos muchimillonarios. Esa misma mezquindad les ha llevado a propiciar desde su entorno el desprestigio de la industria española del sector. Con un grancanario de cabeza visible de la campaña. A veces pienso que el desastre de la eólica y las dificultades para la instalación de "huertos" solares en las islas no tendrá algo que ver con todo esto, pues el resultado más palpable es que no acaban de arrancar, cuando Canarias es zona privilegiada en vientos y sol y sigue a la cola respecto a otras comunidades peninsulares; como Navarra por citar un caso.
El PP, creo, es el único partido europeo que niega el cambio climático y la relación de esta actitud, que es la del primo de Rajoy, va muy en consonancia con los lobbies americanos del petróleo con los que se relaciona esta gente tan patriótica que procura torpedear las posibilidades del sector español de la renovables. Son ellos los que hablan de "traición", no lo olviden.
Por cierto: en estos tiras y aflojas ya comenzaron a introducir sutilmente elementos ideológicos. Creer en el cambio climático y estar por las renovables es asunto de la izquierda, de los falsos progresistas y de ecologistas indocumentados. Un discurso que no se para ahí sino que lo están extrapolando a las tribulaciones judiciales de tanto pepero que presentan, cada vez con mayor descaro, como maniobras de la izquierda. Cualquiera que se pare a pensar en el origen de las denuncias, formuladas en su inmensa mayoría desde sus propias filas, sabe lo que hay. Como cada vez resulta más evidente que cuenta el PP con un batallón de jueces dispuestos a echarles una manita. Pero tratan de cargar la mano sobre la izquierda, personificada, para más inri, en la socialdemocracia psocialista.
Éste es un tema que se presta a largas discusiones en las que no es posible entrar aquí. Lo que me llama la atención es que se culpe a la izquierda, cuando, de ser cierta la imputación, no estaría reivindicando una ética propiamente de izquierdas sino que reclama de la derecha que se atenga, en sus comportamientos y forma de llevar los asuntos públicos, a la ética burguesa, que es la que le corresponde. Y la que predica. La burguesía estableció, en su momento, unos valores que son los ignorados en la parte que nos toca por Soria, émulo o emulado por Camps, Bárcenas, Fabra y demás compañeros en trance de impunidad. Judicial, claro.