Respuestas
Según esa concepción materialista de la historia (muy matizada desde mediados del siglo XX incluso por la propia historiografía materialista), los intereses de la burguesía se manifestaron en la superestructura político-ideológica por las ideas de la Ilustración, que hablaban de libertad y derechos en oposición al absolutismo y la sociedad estamental; y de libre mercado frente a las restricciones del modo de producción feudal. La ideología burguesa no se restringe a esa clase, sino que se extiende por el cuerpo social, tanto en el conjunto de la población dominada (mucho más numerosa por incluir a todos los no privilegiados), así como a elementos individuales de los estamentos privilegiados (nobleza y clero), e incluso en algunos casos al aparato mismo del poder de la monarquía absoluta, que se veía a sí misma como despotismo ilustrado.
Símbolo de la alternativa social y política, la Toma de la Bastilla (con mayor repercusión que la anterior Declaración de Independencia de los Estados Unidos) había demostrado la posibilidad de una emancipación vista con temor por toda la aristocracia europea, al tiempo que con esperanza por los partidarios de los cambios revolucionarios que iban a acabar con los obstáculos que impedían a la burguesía el libre desarrollo de la fuerza productiva de su capital, le negaban el ascenso social y le imposibilitaban el ejercicio del poder político.