Respuestas
1 – Determinar el tema de investigación
El primer punto es la elección del tema; es decir que te debes contestar la pregunta “¿sobre qué voy a investigar?”. Aquí debes delimitar las áreas que trataras, porque naturalmente un mismo tema tiene demasiadas puntas y nos las podrás abarcar todas en un solo trabajo. Las de limitaciones pueden ir de acuerdo límites cronológicos, temáticos, espaciales, geográficos, genéricos, etc. del tema u objeto de estudio.
2 – ¿Qué tipo de investigación vas a realizar?
Existen, por lo menos a grandes rasgos, dos tipos de investigaciones: las principales y las secundarias. Y tú tendrás que optar por una u otra, aunque es cierto que también pueden mezclarse.
La primera, es decir la investigación principal, consta de un trabajo original creado desde cero, aunque claro que siempre nos basaremos en premisas previas que dispararon nuestro interés por un tema. La segunda en cambio, la investigación secundaria, se basa en varias hipótesis de otros expertos y crea una conclusión haciendo convergir distintos puntos sobre un tema.
3 – Justifica tu investigación
Debes justificar la opción del tema elegido, aún cuando te lo hayan dado previamente. Para este punto debes tener en cuenta la originalidad, la pertinencia y la utilidad del tema a tratar. Un tema original no tiene por qué ser algo que no se haya tratado antes, sino que la originalidad puede consistir en un el nuevo enfoque que tu aportarás. Como vimos, ya sea desde trabajos previos, o desde algo que haces a partir de cero.
4 – Reúne el material necesario
Una vez que tengas la elección del tema y que tengas en claro qué pregunta quieres responder con tu investigación, el siguiente paso es reunir la información necesaria para empezar a realizar el trabajo.
Puedes acudir a la biblioteca, a Internet, y mucho mejor si puedes realizar entrevistas a expertos que puedan aportar una información valiosa a tu investigación. Es fundamental que comprendas lo que estás leyendo para no perder tiempo con materiales que no aportarán a tu tarea.
Tanto para elegir el material como para realizar las entrevistas, procura enfocarte en reunir información que responda a la hipótesis del tema que hayas elegido; pero de manera que sean aportes que te ayuden a formar tu propio análisis y no realizando un copy paste de esas fuentes (debes tener mucho cuidado con el plagio, o de lo contrario tu investigación quedará anulada).
5 – Define el marco metodológico de tu investigación
¿Le darás a tu investigación un enfoque cualitativo o cuantitativo? En el cualitativo es donde más utilizarás los datos que has recogido: información, entrevistas, archivos, etc; mientras que el cuantitativo es más propicio si quieres demostrar teorías ya existentes. Aquí, los datos recolectados serán sobre todo análisis estadísticos, estudios de muestra, realización de focus group y observaciones entre otros.
6 – Comienza a escribir
No importa que sientas que aún no tienes todo lo que necesitas para comenzar a escribir tu trabajo. Este es un punto complejo pero debes dejar al temor a la página en blanco, ya que cuanto más demores el comenzar a escribir menos tiempo tendrás de corregir.
Naturalmente, a medida que comiences a plasmar tu trabajo empezaran a aparecer nuevos retos, nuevas preguntas que tendrás que responderte, contradicciones y demás aspectos; pero es fundamental que empieces con un bosquejo para organizar tus ideas y poder volver sobre estas cuestiones.
Haz notas al pie sobre los puntos en los que quieras volver, ya sea para complementar una idea o para contrastarla. Pero no pierdas de vista nunca tu pregunta inicial, ya que si lo haces puedes caer en el error de “irte por las ramas”. Si necesitas orientarte sobre cómo comenzar a escribir, chequea el artículo donde te brindamos algunos consejos sobre cómo mejorar la redacción y escribir mejor.
7 – Revisa y edita
Finalmente antes de presentar tu investigación debes revisarla de principio a fin.
Desde el aspecto fundamental de haber contestado a la pregunta de investigación sobre el tema a otros más formales como citar correctamente las fuentes de información, la bibliografía, cuidar la ortografía, contar con un correcto índice sobre el trabajo y todos los elementos que hagan que tu investigación esté, además de correcta, bien presentada.