Respuestas
Cuando la concentración de CO en la sangre supera el 10% se empiezan a notar sus efectos. En las primeras fases de la intoxicación podremos apreciar:
Cefaleas, siendo común el sentir las palpitaciones en las sienes.
Náuseas y vómitos.
Olor extraño en el aliento.
Si la exposición al monóxido de carbono se prolonga en el tiempo y la concentración está entre el 20 y el 40% aparecen:
Debilidad e incluso parálisis de los miembros inferiores.
Somnolencia, con frecuencia la víctima bosteza mucho como reflejo del cuerpo para suplir la falta de oxígeno.
Pérdida de visión y audición, no es raro que la persona escuche pitidos y zumbidos.
Dificultad al respirar, como si faltase el aliento.
En las últimas fases de la intoxicación, cuando la concentración supera el 50%, la persona que lo ha inhalado:
Pierde los reflejos y la conciencia. Puede haber convulsiones.
Tiene las pupilas dilatadas.
Respiración muy debilitada.
La piel puede adquirir una tonalidad azul, especialmente se observa en labios y uñas.