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Romanos
En esta importante carta, San Pablo escribe a los romanos acerca de la vida en el Espíritu, que es dada por la fe, a los creyentes en Cristo. El apóstol les reitera la gran bondad de Dios y les declara que a través de Jesucristo, Dios nos acepta y nos libera de nuestros pecados.
1 Corintios
Esta carta trata específicamente con los problemas que estaba enfrentando la iglesia de Corinto: disensión, inmoralidad, problemas de forma en la adoración pública y confusión acerca de los dones del Espíritu.
2 Corintios
En esta carta San Pablo escribe sobre su relación con la iglesia de Corinto y los efectos que algunos falsos profetas habían producido en su ministerio.
Gálatas
Esta carta expone la libertad del creyente en Cristo, con respecto a la ley. Pablo declara que es solo por fe como todos los creyentes son reconciliados con Dios.
Efesios
El tema central de esta carta es el propósito eterno de Dios: juntar de muchas naciones y razas a la iglesia universal de Jesucristo.
Filipenses
El énfasis de esta carta es sobre el gozo que el creyente en Cristo encuentra en todas las circunstancias de la vida. San Pablo la escribió estando en la cárcel.
Colosenses
En esta carta San Pablo les dice a los creyentes de Colosas que hagan a un lado sus supersticiones y que pongan a Cristo en el centro de sus vidas.
1 Tesalonicenses
San Pablo da consejos a los cristianos de Tesalónica en cuanto al regreso de Jesús al mundo.
2 Tesalonicenses
Como en su primera carta, San Pablo habla del retorno de Jesús al mundo. También trata de preparar a los creyentes para la venida del Señor.
1 Timoteo
Esta carta le sirve de guía a Timoteo, un joven líder de la iglesia primitiva. San Pablo le da consejos sobre la adoración, el ministerio y las relaciones dentro de la iglesia.
2 Timoteo
Es esta la última carta escrita por San Pablo. En ella lanza un último reto a sus compañeros de trabajo.
Tito
Tito estaba ministrando en Creta. En esta carta San Pablo le aconseja como ayudar a los nuevos cristianos.
Filemón
Filemón es instado a perdonar a su esclavo, Onésimo, quien habia tratado de escaparse; también a aceptarlo como a un amigo en Cristo.