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2
A pesar de los vaivenes climáticos que atravesó el territorio provincial durante el año pasado, uno de los principales verdeos de invierno llevó a esta provincia a ocupar el segundo lugar como productora en el contexto nacional.
Juan José Reyes *
Con un total de 97.720 toneladas de avena cosechadas en 55.600 hectáreas, La Pampa pasó a ocupar el segundo lugar
como productora de este verdeo en todo el país. En tanto, con 1.758 kilos por hectárea, se impuso por encima de la provincia de Buenos Aires, que es la mayor productora. Sin embargo, en territorio pampeano, se perdieron 153.000 hectáreas sembradas.
Esta producción alcanzó una participación del 23.5 por ciento en el total de la avena producida, que trepó este año a casi cien mil toneladas. Y sin embargo, su ingente caída en los últimos años ocurrió por la existencia de enfermedades como
la roya de la hoja y la sojización de la pradera pampeana. En tanto, las zonas de mayor rendimiento fueron: Colonia Barón, San Martín, Guatraché, Miguel Riglos, Trenel, Ataliva Roca, Quehué, Colonia Santa María y Anguil.
Si bien en esta provincia, la fertilización es una herramienta imprescindible para aprovechar el potencial productivo de los verdeos invernales, no hay que olvidar que el éxito es consecuencia de un manejo agronómico integral. En aquel manejo intervienen otros factores además de los nutricionales (labranzas, selección de especies y variedades) que deben ajustarse para alcanzar altas disponibilidades forrajeras.
Limitante.
Por su parte, la menor disponibilidad forrajera durante el período invernal es una limitante de los sistemas ganaderos basados en recursos pastoriles, sobre todo cuando el perfil de humedad en el suelo no es el adecuado.
La utilización de gramíneas durante ese período permite solucionar el problema, sin embargo para producir en cantidad y en calidad el manejo debe ser eficiente, pues la fertilización representa una herramienta de gran impacto. Cuándo llueve, la fertilización de los verdeos invernales, para alcanzar elevada productividad, se convierte en una rutina para el productor, en cambio la cuestión se complica cuando el ciclo húmedo tarda.
En la campaña anterior, las provincias que mayor producción alcanzaron fueron Buenos Aires, con 285.170 toneladas seguida por La Pampa con 155.350. Luego, le siguieron Córdoba y Entre Ríos. El total del país alcanzó 414.990 toneladas para una superficie sembrada de 1.056.680 hectáreas y cosechada de apenas 196.135 hectáreas. El rinde promedio fue de 2.115 kilogramos por hectárea
Juan José Reyes *
Con un total de 97.720 toneladas de avena cosechadas en 55.600 hectáreas, La Pampa pasó a ocupar el segundo lugar
como productora de este verdeo en todo el país. En tanto, con 1.758 kilos por hectárea, se impuso por encima de la provincia de Buenos Aires, que es la mayor productora. Sin embargo, en territorio pampeano, se perdieron 153.000 hectáreas sembradas.
Esta producción alcanzó una participación del 23.5 por ciento en el total de la avena producida, que trepó este año a casi cien mil toneladas. Y sin embargo, su ingente caída en los últimos años ocurrió por la existencia de enfermedades como
la roya de la hoja y la sojización de la pradera pampeana. En tanto, las zonas de mayor rendimiento fueron: Colonia Barón, San Martín, Guatraché, Miguel Riglos, Trenel, Ataliva Roca, Quehué, Colonia Santa María y Anguil.
Si bien en esta provincia, la fertilización es una herramienta imprescindible para aprovechar el potencial productivo de los verdeos invernales, no hay que olvidar que el éxito es consecuencia de un manejo agronómico integral. En aquel manejo intervienen otros factores además de los nutricionales (labranzas, selección de especies y variedades) que deben ajustarse para alcanzar altas disponibilidades forrajeras.
Limitante.
Por su parte, la menor disponibilidad forrajera durante el período invernal es una limitante de los sistemas ganaderos basados en recursos pastoriles, sobre todo cuando el perfil de humedad en el suelo no es el adecuado.
La utilización de gramíneas durante ese período permite solucionar el problema, sin embargo para producir en cantidad y en calidad el manejo debe ser eficiente, pues la fertilización representa una herramienta de gran impacto. Cuándo llueve, la fertilización de los verdeos invernales, para alcanzar elevada productividad, se convierte en una rutina para el productor, en cambio la cuestión se complica cuando el ciclo húmedo tarda.
En la campaña anterior, las provincias que mayor producción alcanzaron fueron Buenos Aires, con 285.170 toneladas seguida por La Pampa con 155.350. Luego, le siguieron Córdoba y Entre Ríos. El total del país alcanzó 414.990 toneladas para una superficie sembrada de 1.056.680 hectáreas y cosechada de apenas 196.135 hectáreas. El rinde promedio fue de 2.115 kilogramos por hectárea
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