• Asignatura: Religión
  • Autor: Ariadnadiaz
  • hace 9 años

Que mensaje nos deja la cita bíblica de Lucas capitulo 23, 26-56

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Respuesta dada por: ilselivy
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23:26 Y ellos, al llevarle, tomaron a un tal Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.

23:27 Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, las cuales lloraban y se lamentaban por él.

23:28 Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: --Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.

23:29 Porque he aquí vendrán días en que dirán: "Bienaventuradas las estériles, los vientres que no concibieron y los pechos que no criaron."

23:30 Entonces comenzarán a decir a las montañas: "¡Caed alrededor nosotros!" y a las colinas: "¡Cubridnos!"

23:31 Porque si con el árbol verde hacen estas cosas, ¿qué se hará con el seco?

23:32 Llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser ejecutados con él.

23:33 Cuando llegaron al lugar que se llama de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores: el uno a la derecha y el otro a la izquierda.

23:34 Y Jesús decía: --Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes.

23:35 El pueblo estaba de pie mirando, y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: --A otros salvó. Sálvese a sí mismo, si es el Cristo, el escogido de Dios.

23:36 También los soldados le escarnecían, acercándose, ofreciéndole vinagre

23:37 y diciéndole: --Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

23:38 Había también sobre él un título escrito que decía: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.

23:39 Uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba diciendo: --¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!

23:40 Respondiendo el otro, le reprendió diciendo: --¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condenación?

23:41 Nosotros, a la verdad, padecemos con razón, porque estamos recibiendo lo que merecieron nuestros hechos; pero éste no hizo ningún mal.

23:42 Y le dijo: --Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

23:43 Entonces Jesús le dijo: --De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.1

23:44 Cuando era como la hora sexta, descendió oscuridad sobre la tierra hasta la hora novena.

23:45 El sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por en medio.

23:46 Entonces Jesús, gritando a gran voz, dijo: --¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y habiendo dicho esto, expiró. [De la Palabra del Señor en el interior: "Jesús no murió para que tú puedas continuar pecando. Yo hubiera preferido evitar esa horrible muerte. Lo hice para mostrarte hasta qué punto es necesaria la obediencia para tu salvación. Tú debes tener una devoción por la ley que está en el corazón de cada hombre; tú debes oír; y debes obedecer."]

23:47 Y cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: --¡Verdaderamente, este hombre era justo!

23:48 Y toda la multitud que estaba presente en este espectáculo, al ver lo que había acontecido, volvía golpeándose el pecho.

23:49 Pero todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, se quedaron lejos, mirando estas cosas.

23:50 He aquí, había un hombre llamado José, el cual era miembro del concilio, y un hombre bueno y justo.

23:51 Éste no había consentido con el consejo ni con los hechos de ellos. Él era de Arimatea, ciudad de los judíos, y también esperaba el reino de Dios.

23:52 Éste se acercó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.

23:53 Después de bajarle de la cruz, le envolvió en una sábana de lino y le puso en un sepulcro cavado en una peña, en el cual nadie había sido puesto todavía.

23:54 Era el día de la Preparación, y estaba por comenzar el sábado.

23:55 Las mujeres que habían venido con él de Galilea, también le siguieron y vieron el sepulcro y cómo fue puesto el cuerpo.

23:56 Entonces regresaron y prepararon especias aromáticas y perfumes, y reposaron el sábado, conforme al mandamiento.
les enseño un mandamiento...
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