• Asignatura: Castellano
  • Autor: juanse222
  • hace 9 años

Diferencia y semejanza del cuento y la fotografía

Respuestas

Respuesta dada por: zapofeo
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5.- El cuento es a la fotografía lo que la novela al cine. Como la fotografía, el cuento practica el encuadre de una situación ceñida por el espacio y el tiempo. Como en ese campo reducido de la foto, nada puede ser gratuito ni excesivo en el cuento. Pero así como el fotógrafo escoge conscientemente el encuadre para usarlo estéticamente, así el cuentista debe ceñirse a esa limitación a medida que corre al desenlace y, como todo corredor atribulado por el peso de su equipaje, deja flecos, descripciones y escenas inútiles en el camino. No obstante, ese recorte arbitrario de la realidad es como un flash, un resplandor que ilumina una realidad más amplia a través de múltiples alusiones implícitas. El fotógrafo o el cuentista escogen un símbolo, un icono, un motivo que obrarán en el lector como un catalizador, como la levadura en la masa, como un conjuro de una visión mayor, ubicada “mucho más allá de la anécdota visual o literaria contenidas en la foto o en el cuento”.

Cortázar ha ilustrado esta percepción en el cuento “Las babas del diablo”, que sirvió para el film de Michelangelo Antonioni “Blow up”: un fotógrafo ha tomado una fotografía que amplía y amplía hasta revelar un elemento al principio invisible que revelará el secreto final del cuento.

6.- Como en el boxeo, “la novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knockout”.

“Un buen cuento es incisivo, mordiente, sin cuartel desde las primeras frases. No se entienda esto demasiado literalmente, porque el buen cuentista es un boxeador muy astuto, y muchos de sus golpes iniciales pueden parecer poco eficaces cuando, en realidad, están minando ya las resistencias más sólidas del adversario”. Por eso las primeras palabras de un buen cuento, el plan de apertura de las fichas en el tablero no tienen “elementos gratuitos, meramente decorativos”.

7.- En el cuento, tiempo y espacio son elementos condensados, “sometidos a una alta presión espiritual y formal” que provoca el knock out. Como el jazz, el cuento tiene tensión, ritmo, pulsación interna, lo imprevisto dentro de parámetros previstos. Cortázar habla de una “libertad fatal”. Por eso Cortázar tiene un concepto muy severo del cuento. Si se aproxima a él con inocencia, el producto debe compararse con una esfera, con “un ciclo perfecto e implacable” en el cual el inicio, el nudo y el desenlace se ordenan como en el interior de una esfera, donde “ninguna molécula puede estar fuera de sus límites precisos”.

8.- Como en el jazz, el ritmo del cuento es decisivo. Es el pulso que indica que no te has alejado del camino, pues apenas éste se pone pedregoso, es que te has desviado y debes volver atrás para seguir en la autopista.


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