Respuestas
Tras el fin de la primera guerra del Peloponeso, Atenas se vio obligada a abandonar todos los territorios que había tomado en el Peloponeso como eran los diferentes puertos de Mégara, haciendo que la tensión entre Esparta y Atenas desapareciera por un tiempo.
Las dos ligas que habían surgido durante el conflicto fueron respetadas, hecho que benefició a Atenas y su recién creado Imperio Egeo. El problema fue que la paz solo duraría trece años, comenzando de nuevo las tensiones entre las dos potencias, la cuales nunca habían cerrado sus diferencias.
A consecuencia de la supremacía de Esparta, Atenas se vio gobernada por lo que se denomina como la tiranía de los “treinta tiranos”, de esa manera se suprimía la democracia griega en Atenas. Sin embargo, en el año 403 a.C. encontraremos la victoria de Trasíbulo que acabaría con los oligarcas atenienses, restituyendo de manera ipso facta la democracia en la polis. Así la guerra de Corinto permitió a Atenas volver a retomar un poder de decisión a escala helena.
Concluyendo con nuestra lección sobre las causas y consecuencias de las guerras del Peloponeso, debemos centrarnos en la vitoria tebana en la batalla de Leuctra en el año 371 a.C. sobre las tropas espartanas, de esa manera esta potencia quedaba relegada.
Así comenzaba de nuevo una hegemonía ateniense que no duraría mucho, pues las tropas de Filipo II de Macedonia, pocos años después se impondría a todas las ciudades-estado.