Respuestas
Con respecto comercio de importación y exportación, la metrópoli española estableció desde el siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XVIII un sistema fiscal y de monopolio a las exportaciones de los productos agrícolas cubanos, que solo benefició a los comerciantes, al clero y a la Corona.
Tipos de impuestosLos principales impuestos, desde sus inicios, consistían en los siguientes:
Diezmo. Era la apropiación de la décima parte de los productos, que se repartían entre el rey y el clero y las autoridades municipales asentados en la Isla.
Quinto. Consistía en la apropiación del 20 % de los productos de las minas, que pasaban en su totalidad a manos del rey.
Almojarifazgo. Era un impuesto sobre la entrada y salida de mercancías, y también pertenecía al rey. Se pagaba de un 75 % a un 15 % sobre el valor de las mercancías importadas, en dependencia de su tipo, y un 2,5 % de los productos que se exportaban.
Alcabala. Gravaba numerosas transacciones comerciales, pero especialmente las relacionadas con la compra y venta de esclavos.
Nuevos impuestosDe 1555 en adelante se creó un verdadero rosario de impuestos que contribuyeron a agravar la situación de los escasos productores, especialmente vegueros, azucareros y ganaderos, y a desincentivar la producción.
A mediados del siglo XIX estaban en vigor casi un centenar de gravámenes, que a los efectos de su administración se agrupaban en las denominadas «rentas».
Rentas terrestres. Afectaban a las transacciones sobre propiedades y el comercio de productos.
Rentas marítimas. Consistían en las colecturías que hacían las aduanas por gravámenes a los productos de importación y exportación. Éstas aportaban el grueso de los ingresos fiscales.
Consecuencias de los impuestos excesivosEl régimen de exclusivismo comercial y los impuestos hicieron que predominara una economía para el uso personal o local sobre las formas de producción mercantil. Por ello la mayoría de los bienes producidos en los sitios y estancias y en las villas por los artesanos no se destinaban al mercado, sino al consumo o al intercambio.
El comercio de contrabando, que llamaban «de rescate», proliferó en gran parte debido a los impuestos y el monopolio sobre el comercio por parte de las instituciones representantes de la corona española, sus gobernantes locales y el clero.
El diezmo :Impuesto 10% de un salario a la iglesia.
La alcabala: Impuesto general a ventas.
Derrama :Contribuciones de súbditos cuando se encontraban en guerra.
Gabella: Impuesto aplicado a la sal