Necesitaría que me pasen el resumen de un vídeo que es economía para todos - la hegemonía neoliberal parte 2!!!! Gracias es para mañanaaaaaaaa
Respuestas
Decir que para cambiar al país ―¿alguien duda de la necesidad?― basta ser un ciudadano ejemplar es tanto como decir que, para que una mujer que sufre de violencia física por parte de su marido deje de sufrirla, sólo tiene que ser “buena esposa”.
El pueblo mexicano, igual que una mujer que acepta la violencia, cree que la culpa es suya; no se le ocurre que haya un problema con el marido/Estado, a quien dota de una autoridad que en realidad no tiene. Como consecuencia, en vez de buscar una alternativa de solución, creyéndose merecedores de la barbarie, optan por convencerse de que todo cambiará si ponen en práctica lo que su opresor espera de ellos. Se sustituye, en el primer caso la equidad matrimonial y en el segundo la certeza de que el pueblo es empleador de su gobierno, con una relación servil dueño-mascota.
El oprimido, el pueblo-mascota-esposa resignada, termina por contradecir incluso sus propios principios a favor de una supuesta paz que tiene más vocación de olla exprés. Me ha tocado ver, por dar un ejemplo, comentarios como los arriba citados en los muros de gente profundamente religiosa. Al parecer, no importa que el gobierno en turno esté violando impunemente valores fundamentales para sus credos ―no digamos ya la dignidad humana en casi cualquier religión―; resulta sospechosamente conveniente que cuando las cosas se ponen feas afuera de la casa, urge más ser mejor persona adentro de ella. El cambio empieza por uno mismo, que le dicen.