Respuestas
- Solución:
Un ejemplo de una historia con las palabras leche, televisor, bebé, ratón y casa es la siguiente:
La semana pasada, mi mamá, estuvo tres días en la casa de mi abuela y nos dejó a nosotros ocho con mi papá en casa.
El día que se fue, estaba muy estresada. Al mediodía ya estaba muy cansada por cumplir la larga rutina de todas las mañanas desde las seis de la mañana. Y como siempre, durante todo el día siguió haciendo cosas sin parar.
Había estado limpiando muchísimo y haciendo muchas otras cosas pero todo era un desastre otra vez al cabo de cinco minutos: mis dos hermanos más grandes estaban discutiendo a gritos por quién había agarrado el control del televisor primero, mi hermanita menor había derramado la leche sobre la computadora y esta no prendía, Juan; el bebé de la familia, había tirado comida por todos lados, la casa estaba tan desordenada que parecía que había pasado un huracán por allí, la comida se había quemado porque mi mamá estaba intentando tranquilizar a Julieta que lloraba sin parar y estaba renegando con mi papá porque él no quería ayudar en nada porque decía que estaba cansado por el trabajo.
La gota que derramó el vaso fue que cuando abrió la alacena para agarrar otra cosa para cocinar, un ratón salió de ahí y todos nos pusimos a gritar como locos.
En ese momento, mi mamá se puso a llorar de angustia, de enojo y de cansancio. Dijo que no daba más, que necesitaba un descanso y que nosotros deberíamos aprender a portarnos mejor y colaborar más.
Habló con mi papá y le dijo que se hiciera cargo de nosotros y todas las cosas que hacía ella, ya que ella se iría a la casa de su mamá por unos días porque sentía que se iba a morir de estrés y de cansancio.
Imaginénse: ocho hermanos, todos por debajo de los quince años, en una casa sin su mamá y un padre, que por más bueno que sea, no sabía cocinar, ni dónde estaban las cosas ni cómo calmar las situaciones cuando algunos se peleaban o lloraban. Todo era caótico.
Desde ese día, nos dimos cuenta todo lo que hacía mamá y como se partía el alma y el cuerpo para que nosotros tengamos todo. También valoramos mucho más el amor y el cariño que nos brindaba a cada uno. Ella se desvivía por la familia y nosotros no le correspondíamos.
A partir de su ausencia; comenzamos a ayudar más en casa, a comportarnos mejor y a mimar más a mami.