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Desde el punto de vista político Alejandro fue acumulando títulos en función de los territorios que fue conquistando, como serian los siguientes:
1. Rey de los macedonios, que no de Macedonia, pues es una monarquía de tipo nacional, étnica y no territorial.
2. Heguemon de la liga de Corinto.
3. Faraón de Egipto.
4. Amado de Marduk y rey de las cuatro partes, el título tradicional en Mesopotamia.
5. Gran rey de Persia.
Esta multiplicidad de soberanías, de títulos y de pueblos sometidos, le obligo a mantener diferentes imágenes, plasmadas en la iconografía regia que se desarrollo, siendo uno de los elementos más importantes en esta difusión de su imagen, los motivos iconográficos. Para los griegos debía seguir siendo un conciudadano, especialmente preeminente puesto que se le eleva a una categoría superior como es la de héroe, pero no más allá, como cometió el error de decir a Alejandro Clito el Negro, quien le había salvado en el cruce del rio Granico. Sin embargo para los orientales era el rey, y los demás eran sus súbditos, siendo el representante de la divinidad, cuando no el mismo dios en la tierra.
Alejandro mantuvo un cuidadoso equilibrio en su sistema administrativo. Junto a él mantuvo el consejo del rey macedonio, compuesto pos sus familiares y amigos (“los compañeros”). En torno a este círculo, donde se tomaban las grandes decisiones, se creo un aparato burocrático estatal. En último lugar estaba la administración local, para la que se respeto la división persa en satrapías, colocando a su frente a persas o iranios con responsabilidad civil, que se complementan con un gobernador militar griego. En las satrapías más orientales, más lejanas y menos controladas por ello, el cargo se unifico en la persona de un griego.
Todo este mundo se controlo desde las ciudades, nuevas o preexistentes. Las ciudades fueron los focos económicos, sociales, políticos, culturales y militares del mundo helenístico. Alejandro no fundo ciudades sólo por afán propagandístico (culto al Heroe Fundador), sino que fueron un instrumento imprescindible para su política de helenización.
En estas ciudades construidas “a la griega” Alejandro no impuso, pero sí impulso la cultura griega. No se persiguió a las otras culturas, pero todo aquel que quisiera prosperar tenia que presentar un barniz cultural griego en las ciudades. Esta educación apenas llego al campo. A los campesinos apenas les importaba quién era el nuevo dueño de la situación. Sólo se preocupaban de producir cuanto más mejor.
La preocupación mayor fue dar cohesión al ingente y heterogéneo imperio, y para ello Alejandro llevo a cabo una política cultural que intenta mezclar a vencedores y vencidos. Quizá el aspecto más llamativo de esta política fueron los matrimonios mixtos. Alejandro animo a sus soldados a casarse con mujeres indígenas, y él mismo tomo como esposas a princesas iranias. Hubo también un componente espectacular, propagandístico, al realizarse bodas mixtas multitudinarias, llegando a realizarse alrededor de 10000 uniones en una misma ceremonia. No todos estuvieron de acuerdo con estas bodas, por ejemplo el historiador Calístenes. En cualquier caso esta política se vio limitada, al menos en inicio, a las élites, y precisamente de esos matrimonios nacería la futura élite dirigente (BRAVO, G.: Op cit.). Otro hecho destacable en este sentido es que tras su muerte en Babilonia Alejandro no fue sepultado allí, ni en su patria macedónica, sino que se llevó su cadáver a Egipto, a Menfis, y luego a Alejandría.
1. Rey de los macedonios, que no de Macedonia, pues es una monarquía de tipo nacional, étnica y no territorial.
2. Heguemon de la liga de Corinto.
3. Faraón de Egipto.
4. Amado de Marduk y rey de las cuatro partes, el título tradicional en Mesopotamia.
5. Gran rey de Persia.
Esta multiplicidad de soberanías, de títulos y de pueblos sometidos, le obligo a mantener diferentes imágenes, plasmadas en la iconografía regia que se desarrollo, siendo uno de los elementos más importantes en esta difusión de su imagen, los motivos iconográficos. Para los griegos debía seguir siendo un conciudadano, especialmente preeminente puesto que se le eleva a una categoría superior como es la de héroe, pero no más allá, como cometió el error de decir a Alejandro Clito el Negro, quien le había salvado en el cruce del rio Granico. Sin embargo para los orientales era el rey, y los demás eran sus súbditos, siendo el representante de la divinidad, cuando no el mismo dios en la tierra.
Alejandro mantuvo un cuidadoso equilibrio en su sistema administrativo. Junto a él mantuvo el consejo del rey macedonio, compuesto pos sus familiares y amigos (“los compañeros”). En torno a este círculo, donde se tomaban las grandes decisiones, se creo un aparato burocrático estatal. En último lugar estaba la administración local, para la que se respeto la división persa en satrapías, colocando a su frente a persas o iranios con responsabilidad civil, que se complementan con un gobernador militar griego. En las satrapías más orientales, más lejanas y menos controladas por ello, el cargo se unifico en la persona de un griego.
Todo este mundo se controlo desde las ciudades, nuevas o preexistentes. Las ciudades fueron los focos económicos, sociales, políticos, culturales y militares del mundo helenístico. Alejandro no fundo ciudades sólo por afán propagandístico (culto al Heroe Fundador), sino que fueron un instrumento imprescindible para su política de helenización.
En estas ciudades construidas “a la griega” Alejandro no impuso, pero sí impulso la cultura griega. No se persiguió a las otras culturas, pero todo aquel que quisiera prosperar tenia que presentar un barniz cultural griego en las ciudades. Esta educación apenas llego al campo. A los campesinos apenas les importaba quién era el nuevo dueño de la situación. Sólo se preocupaban de producir cuanto más mejor.
La preocupación mayor fue dar cohesión al ingente y heterogéneo imperio, y para ello Alejandro llevo a cabo una política cultural que intenta mezclar a vencedores y vencidos. Quizá el aspecto más llamativo de esta política fueron los matrimonios mixtos. Alejandro animo a sus soldados a casarse con mujeres indígenas, y él mismo tomo como esposas a princesas iranias. Hubo también un componente espectacular, propagandístico, al realizarse bodas mixtas multitudinarias, llegando a realizarse alrededor de 10000 uniones en una misma ceremonia. No todos estuvieron de acuerdo con estas bodas, por ejemplo el historiador Calístenes. En cualquier caso esta política se vio limitada, al menos en inicio, a las élites, y precisamente de esos matrimonios nacería la futura élite dirigente (BRAVO, G.: Op cit.). Otro hecho destacable en este sentido es que tras su muerte en Babilonia Alejandro no fue sepultado allí, ni en su patria macedónica, sino que se llevó su cadáver a Egipto, a Menfis, y luego a Alejandría.
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4
Respuesta:
nose ura
Explicación:
pero la explicación de arriba me sirvió gracias :D
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