Respuestas
Respuesta:
lo se
Explicación:
Jesús recibió la noticia del asesinato de Juan el Bautista.[3] Apenado, cruzó en una barca el mar de Tiberíades,[3] hacia un monte desértico cerca de la ciudad de Betsaida para estar a solas.[4] Al enterarse de su partida, mucha gente lo siguió a pie, de forma tal que Jesús se encontró con que había un gran multitud. Compadeciéndose de ellos, Jesús curó a los enfermos y predicó su mensaje a toda la gente. Cuando ya se hacía tarde se le acercaron los discípulos y le dijeron que despidiera a la gente para que fuese a las ciudades vecinas a comprar comida, pero Él respondió: "Denles de comer ustedes mismos" (Lc 9.13). Ante la aparente imposibilidad de hacerlo, los apóstoles reflexionaron sobre la situación. Felipe estimó que doscientos denarios no eran suficientes para comprar comida para todos (Un denario podía bien conformar el jornal de un trabajador), mientras que Andrés el Apóstol encontró a un niño que tenía cinco panes de cebada y dos pescados. Sin preocuparse, Jesús ordenó que todos se sentaran en grupos de cien y de cincuenta.[5] Luego Tomó los cinco panes y los dos peces, pronunció la bendición, y se los dio a sus discípulos para que los distribuyeran entre las personas. Los que comieron fueron cinco mil hombres, pero sin contar a las mujeres ni a los niños. Cuando todos quedaron saciados, el Cristo ordenó: "Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada" (Jn 6.12); y se juntaron doce canastas de sobras.