Respuestas
Respuesta:
La primera propuesta, relacionada con los ecosistemas hídricos, consiste principalmente en aplicar lo que se conoce como “soluciones basadas en la naturaleza”, como por ejemplo la recuperación del bosque nativo, de humedales y de riberas de ríos. Entre otros beneficios, permiten recuperar el ciclo natural del agua y su funcionalidad, muchas veces disminuida o eliminada a causa de la intervención humana.
El cuanto al plan de riego para la gran agricultura, es algo indispensable considerando que actualmente la eficiencia en ese ámbito llega a solo el 50%, es decir, se pierde la mitad del agua que se usa con esa finalidad. Hasta ahora, explican en EH2030, la tecnificación no ha sido suficiente y lo que ha sido implementado se ha traducido en expansión de las superficies de riego en vez de un ahorro para el sistema. “La principal falla que se debe abordar aquí es la falta de incentivos y regulación adecuada”, comenta Luna Quevedo.
En relación al reúso de aguas residuales urbanas, su implementación permitiría recuperar un importante caudal que actualmente se pierde y que posibilitaría abordar hasta el 10% de la brecha hídrica del país, es decir, la diferencia entre la demanda y la oferta de agua disponible en las fuentes de abastecimiento.
Entre los servicios ecosistémicos o ambientales, en tanto, existen mecanismos de inversión público-privado para conservar áreas en las cuales el agua resulta un recurso fundamental para el ecosistema o para evitar pérdidas económicas y sociales por desastres ambientales.
En el último caso, la identificación y recarga natural de acuíferos permite aumentar la capacidad de almacenamiento de agua natural a bajo costo, mediante sistemas que permitan retener durante más tiempo el agua en los valles mediante infiltración. “Son embalses naturales subterráneos que ya están construidos, fueron provistos por la propia naturaleza y que podemos utilizar de inmediato”, concluye Broschek.