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A medida que el niño crece incorpora conocimientos y descubre el mundo a partir del estímulo de sus familiares y docentes. En un primer momento se requieren ejercicios para enseñarle nociones básicas para que él comience a reconocer y a desarrollar, por ejemplo, la ubicación espacial.
ubicacion-espacialEste concepto apunta a la orientación del individuo respecto a otra referencia. En este sentido entran en juego los lados (izquierda-derecha), las distancias (cerca-lejos) y la localización (arriba, abajo, dentro, fuera). Para conseguir que un chico que comenzó el jardín de infantes (o ya está en preescolar) empiece a trabajar estas cuestiones y a dominar la ubicación espacial así como también a tomar conciencia de la lateralidad existen numerosos ejercicios, algunos de los cuales propondremos a continuación.
1- Poner música para que los niños puedan bailar. El desafío es que bailen dentro de un círculo sobre el suelo (que puede dibujarse con tizas o ser un aro de plástico). Quien sale del límite de ese círculo, pierde.
2- Para trabajar las proximidades, la direccionalidad y la orientación: formar una fila con los niños y, a distintas distancias de ellos, ubicar diferentes objetos (una muñeca, una pelota, un libro). El primer niño empezará a caminar lento hacia el primer objeto y todos juntos contarán los pasos: caminará menos hacia el elemento que esté más cerca de él, un poco más hasta el segundo y el que más lejos le quede le demandará más pasos. En esta actividad, además, entrará en juego la habilidad matemática de contar.
3- Para empezar a enseñar la noción de izquierda-derecha: dibujar el contorno de cada mano del niño para que él comience a notar las diferencias, después de indicarles cuál es el lado derecho del cuerpo y cuál el izquierdo, hacer que con la mano derecha se toquen el pie izquierdo, con el pie derecho patear una pelota mientras se deja la mano izquierda en la cabeza, etc.
Explicación:
ESPERO TE SIRVA FALTAN 2