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Es difícil practicar el auto-control si no estás consciente de tus comportamientos y rutinas actuales. ¿Quieres perder peso? Primero debes definir qué comes diariamente. ¿Quieres una cuenta bancaria saludable? Debes entender tus hábitos de gastos primero.
2. Crea hábitos saludablesPrimero, ir al gimnasio requiere de auto-control. Podrías tener que batallar con la urgencia de sentarte en el sillón a ver la tele. Pero con el tiempo, conforme ir al gimnasio se vaya convirtiendo en un hábito, requerirá menos fuerza de voluntad. Se sentirá como algo automático.
DeWall, que frecuentemente corre maratones, recuerda varias conversaciones con los demás competidores. “Ellos no creen que lo que hacen requiere de fuerza de voluntad”, dice. Para ellos, se siente natural. Conforme las actividades difíciles empiezan a sentirse rutinarias, requieren menos fuerza de voluntad, y tienes que batallar menos con ellas, por lo que puedes usar tu energía en otra cosa.
3. Practica todos los díasPracticar el auto-control en un aspecto de tu día (por ejemplo, resistiéndote a un brownie) ayuda a fortalecer todo el músculo. “Si practico el auto-control en cualquier dominio, me ayudará en los demás”, dice DeWall.
Múltiples estudios han ilustrado que cuando ejercitas el auto-control en un área de tu vida (como cepillarte los dientes con tu mano no dominante) puedes incrementar tu fuerza de voluntad en otra área, como por ejemplo, suprimir un comportamiento agresivo. Los dos comportamientos son muy diferentes, pero comparten la misma fuente de energía.
4. Controla tu ambienteLos supermercados están diseñadas para jugar con nuestra fuerza de voluntad. “Ponen los productos en la caja por una razón”, dice DeWall. “Saben que has tomado muchas decisiones; saben que estás cansado y que lo que necesitas es comida chatarra”.
Claramente no puedes cambiar la distribución del supermercado, pero sí puedes cambiar el ambiente en casa y en la oficina. Requiere menos energía resistirse a una galleta si no la tienes en tu escritorio. ¿No tienes solitario en tu computadora? Entonces será más fácil evitar jugar.
5. Haz concesiones para evitar discutir contigo mismoTomar decisiones puede ser muy agotador. Batallar contigo mismo para ir al gimnasio también. DeWall sugiere hacer concesiones contigo, quitando el conflicto de las actividades difíciles. “Si llego a casa del trabajo, obligatoriamente me ejercito por 10 minutos. Esencialmente te quita a ti y tus argumentos de la ecuación”.
6. Alcanza el balanceDebido a que al día tenemos cierta cantidad de fuerza de voluntad, es importante que no la usemos toda demasiado temprano. En lugar de simplemente escribir tus obligaciones en el calendario, lístalos en términos del nivel de energía y de fuerza de voluntad que requieren.