1.explica la importancia DE MAHOMA COMO EJE FUNDAMENTAL DEL ISLAM
2.EXPLICA LOS HECHOS QUE DESESTABILIZARON EL PODER DEL IMPERIO ROMANO
Respuestas
El Corán
El libro sagrado del Islam es el Corán; en él se expresa su credo y se incluye su ley. Su esencia y apariencia improfanables y trascendentales residen, para la fe musulmana, en contener la palabra de Alá revelada a su enviado o mensajero (rasul) Mahoma, quien la iba transmitiendo ("en lengua árabe clara", como dice el mismo Corán) a las personas de su alrededor como mensaje de salvación. Tales revelaciones tuvieron lugar de forma espaciada desde el año 610 de la era cristiana hasta el 632, en que murió. El nombre castellano procede directamente del árabe al-quran, palabra que significa "recitación" o, por extensión, "texto sagrado que se recita". Es un término emparentado con el siríaco, lengua en la que, todavía hoy, se designan las lecturas litúrgicas del rito maronita con la palabra qeryono. También se le conoce como Alkitab (El Libro), Furquan ("liberación", "salvación"), Kitab-ul-lah (Libro de Dios) y Al-tanzil (La Revelación).
Mahoma predicaba los textos que recibía por revelación, recitándolos y haciéndolos recitar a sus fieles, que los retenían de memoria y a veces los copiaban por escrito. Para ello se usaron soportes de toda clase: hojas de palma, fragmentos de hueso, pieles de animales, omóplatos de camellos, ostracas o cualquier otro objeto similar para escribirlas. Pertenecientes a una cultura de tradición oral, no sería difícil para los fieles de la nueva religión memorizar textos breves, bien rimados y rítmicos; sin duda quedarían grabados en la memoria con facilidad.
Mahoma
A la muerte de Mahoma, los musulmanes empezaron a reunir en manuscritos el conjunto de los textos coránicos existentes, suscitándose divergencias que fueron paliadas por la iniciativa del califa Utmán (644-656) de proceder a una redacción oficial, constituida como vulgata, con un texto consonántico característico que, sin embargo, no eliminó la posibilidad de que se produjesen diferentes "lecturas" (qiraat), cuyas variantes (no trascendentales) son compatibles con el texto consonántico de Utmán, y se concretan en ciertas divergencias de puntuación y vocalización. El texto consonántico de Utmán fue refundido en tiempos del califa omeya Abd al-Malik (685-705), y precisado con vocales y signos gráficos auxiliares, posiblemente durante el siglo VIII, pues Malik, el famoso alfaquí de Medina (muerto en el 795), sólo admitía tales signos en los ejemplares utilizados para la enseñanza.
El texto coránico se distribuye en 114 capítulos o azoras (suras), que, a su vez, están formados por versículos o aleyas (al-aya). Cada azora tiene un título, más o menos alusivo; la primera es la Fatiha o "apertura", breve oración, frecuentemente recitada, con tan sólo siete aleyas: "¡En el nombre de Dios, el compasivo, el misericordioso! Alabado sea Dios, señor del universo, el compasivo, el misericordioso, amo del día del juicio. Te adoramos, te pedimos ayuda. Condúcenos por la vía recta, la vía de aquellos a quienes das tu gracia, no la de quienes incurren en tu enfado ni la de quienes yerran". A esta azora inicial siguen las 113 restantes, dispuestas de mayor a menor longitud: así, la segunda azora (titulada "La vaca") tiene 286 aleyas, algunas extensas, y la última azora ("Los hombres") tiene sólo seis breves aleyas.
2.El Bajo Imperio romano es el período histórico que se extiende desde el acceso al poder de Diocleciano en 284 hasta el fin del Imperio romano de Occidente en 476.
Tras los siglos dorados del Imperio romano (período denominado Paz romana, que abarca los siglos I a II), comenzó un deterioro en las instituciones del Imperio, particularmente la del propio emperador. Fue así como tras las malas administraciones de la Dinastía de los Severos, en particular la de Heliogábalo, y tras el asesinato del último de ellos, Alejandro Severo, el Imperio cayó en un estado de ingobernabilidad que se denomina Crisis o Anarquía del siglo III. Entre los años 238 al 285 hubo 19 emperadores, ninguno de los cuales murió de muerte natural, y que fueron incapaces de tomar las riendas del gobierno y actuar de forma coordinada con el Senado, por lo que terminaron por sumir Roma en una verdadera crisis institucional. Durante este mismo periodo comenzó la llamada «invasión pacífica», en la que varias tribus bárbaras se situaron, en un principio, en los limes del imperio debido a la falta de disciplina por parte del ejército, además de la ingobernabilidad emanada del poder central, incapaz de actuar en contra de esta situación.