• Proponemos 2 conclusiones teniendo en cuenta las implicancias del conocimiento científico sobre la información genética para evitar la discriminación, tengamos en cuenta todhla actividad desarrollada. Estas conclusiones serán incluidas en nuestro proyecto participativo.
Conclusión 1:
Conclusión 2:
Respuestas
Respuesta:
5. Conclusiones Generales
Hemos presentado en la primera parte de nuestro estudio la evolución histórica
de las redes de agua y saneamiento en la ciudad de Buenos Aires. Ésta
permite comprender algunos de los antecedentes de la situación de crisis que
viven actualmente las redes de este servicio básico en la Región Metropolitana.
El concepto histórico del agua como bien público, al que todos deberían poder
tener acceso de forma gratuita, ya no está vigente hoy en día, y el carácter
social que presentaba el servicio en los inicios de su gestión bajo el modelo de
redistribución social de OSN ha desaparecido por completo.
La pregunta que nos planteamos entonces es ¿quién debe hacerse cargo del
servicio de agua y saneamiento: el Estado, los organismos locales, las
empresas privadas, los propios usuarios? El análisis del proceso histórico nos
muestra que el Estado ha ido dejando a otros actores la gestión del agua.
Consideramos que debe ser la administración, sea local o nacional la que se
encargue de asegurar el servicio. En esta perspectiva, y ante el hecho de que
el modelo de gestión estatal ha fracasado por el gigantismo de sus proyectos,
que si llegaban a implementarse, lo hacían sin tener en cuenta las
heterogeneidades del territorio de modo que no llegaban a satisfacer las
necesidades de la población, se proponen procesos que permitan recuperar el
rol de la administración pública y acercar a los usuarios y los operadores del
agua, sean cooperativas o empresas privadas.
Una gestión puramente estatal no parece ser la mejor solución al problema de
los servicios del agua y el saneamiento.
La opción de una gestión puramente privada de estos servicios tampoco ha
sido exitosa en el caso del Gran Buenos Aires. Los barrios pobres no son
atractivos para las empresas privadas, por la idea errónea de que sus
habitantes no están dispuestos a pagar las facturas, y también por el
desconocimiento generalizado de los modelos de actuación en barrios de estas
características. El objetivo es cambiar esta visión y convertir a las comunidades
de bajos ingresos en zonas atractivas para las empresas privadas, pasando a
ser una potencial fuente de ingresos. En este aspecto, organismos como las
ONG’s pueden ser de gran ayuda en el papel de mediadores y coordinadores,
aportando los conocimientos necesarios, fruto de la experiencia en proyectos
anteriores, en relación al modo de trabajar en estas áreas de bajos ingresos.
Hemos presentado en la segunda parte de nuestro estudio las hipótesis sobre
la necesidad de articulación de las instituciones locales, como el Municipio de
Moreno a través del IDUAR, con las organizaciones beneficiarios de los
proyectos de una parte, con las ONG’s y empresas del sector privado de la otra.
Las instituciones locales juegan un papel principal en los proyectos de
cooperación al desarrollo, ya que se desempeñan a menudo en el papel de
intermediarios entre los financiadores y los beneficiarios de estos proyectos.
Además son ellas que deben gestionar el día a día de los problemas de
edificación, parcelación y urbanización de las ciudades.
En esta lógica se inserta la idea de llevar a cabo acciones globales -que
pueden ofrecer numerosas ventajas respecto a las acciones compartimentadaso aisladas- dónde es indispensable la participación de todos los actores
involucrados en el sector. Los organismos públicos locales tienen un papel
relevante en este tipo de intervenciones, ya que el objetivo es que las acciones
se inserten dentro de los planes de desarrollo urbanístico y social. Sin embargo
su intervención solo será posible si dispone de fondos suficientes para
desarrollar estos proyectos, y ese es uno de los problemas que sufren todos los
municipios de la Región Metropolitana de Buenos Aires, por la falta de
transparencia y eficacia en los traspasos que proceden del Estado Nacional.
Frente a esta falta de recursos por parte del municipio para financiar proyectos
de desarrollo en zonas pobres, la mejor solución es la de implementar procesos
participativos, dónde todos los actores se involucren de forma activa.
A través del análisis de los cinco programas de mejora de servicios de
infraestructuras en Moreno (el modelo de alianzas público privado-comunitarias
para la provisión de agua y saneamiento” con el IIED, el Milenio con Madre
Tierra, el Gas Natural en Cuartel V con la Fundación ProVivienda Social y los
dos programas gubernamentales, Promeba y Agua+Trabajo), que se ha
desarrollado a lo largo de nuestro estudio, queda claro que el primer paso para
llevar a cabo un proyecto de tipo participativo es la toma de conciencia del
problema por parte de los principales afectados, es decir los vecinos de los
barrios deficitarios. Como ya se ha comentado, en el caso de los servicios del
agua y el saneamiento este primer paso no resulta sencillo al estar la población
satisfecha con los sistemas alternativos de provisión de agua existentes.
Explicación:
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