Respuestas
Respuesta:
Pasó bastante tiempo antes de que despertara el
León cobarde, pues había estado mucho rato
entre las flores, respirando su venenosa
fragancia. Al fin, cuando abrió los ojos y salió
del carro, se mostró muy contento de estar vivo
todavía.
—Corrí lo más rápido que pude —dijo mientras
se sentaba y bostezaba—, pero las flores
resultaron demasiado potentes para mí. ¿Cómo
me sacaron?
Sus amigos le contaron cómo le habían
salvado los ratones del campo, y el León lanzó
una carcajada.
—Siempre he creído ser muy grande y terrible.
Sin embargo, esas florecillas tan pequeñas
estuvieron a punto de matarme y unosanimalitos diminutos como son los ratones me
salvaron la vida. ¡Qué cosa extraordinaria! Pero,
amigos míos, ¿qué hacemos ahora?
—Debemos seguir nuestro viaje hasta hallar
de nuevo el camino amarillo —dijo
Dorothy—. Después continuaremos la marcha
hacia la Ciudad Esmeralda.
Así, pues, una vez que el León se sintió
completamente restablecido, reiniciaron su
viaje, y tan agradable les resultó marchar por
aquellas verdosas praderas cubiertas de césped
que casi sin darse cuenta llegaron al camino
amarillo y de nuevo tomaron rumbo hacia la
Ciudad Esmeralda donde vivía el Gran Oz.
El camino se presentaba ahora liso y bien
pavimentado, y la región que lo rodeaba era
hermosísima, lo cual hizo que los viajeros se
alegraran de dejar atrás el bosque y con él los
numerosos peligros que habían encontrado en
sus umbrosas profundidades.
Explicación:
espero que te sirva