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Respuesta:
AMÉRICA LATINA: ESTADO Y SOCIEDAD EN EL SIGLO XIX
Explicación:
Puede decirse que América Latina5 es la región
del mundo que ha estado más tiempo bajo
regímenes coloniales. Es conveniente considerar
que la mayoría de las naciones latinoamericanas
que obtuvieron formalmente su independencia,
ya sea en el siglo XIX o tardíamente en el
veinte, hoy se debaten por superar las relaciones
informales de dependencia económica con los estados centrales6.
Una de las razones de esa
dependencia radica en que una vez concluidos
los mandatos coloniales establecidos tanto en
tierra firma como en los espacios insulares que
integran la región latinoamericana, poco
quedaba que fuera útil para la construcción de
una cultura política con capacidad para crear y
mantener una sociedad posterior a la independencia. El proceso independentista
latinoamericano, quizá con la excepción del
Brasil, se convirtió en una cruenta guerra, que
consumió a lo largo del siglo XIX, miles de
vidas, como también las pocas estructuras de
producción que existían en esas naciones. No
menos importantes y trágicas para el futuro,
fueron las divisiones internas entre los factores
que pretendían orientar los destinos de esas naciones.
En todo caso la búsqueda del mejor sistema
tenía como objetivo la eliminación de
privilegios y prerrogativas poniendo en manos de las instituciones republicanas la garantía de
igualdad para todos los ciudadanos en su
condición de hombres libres. Como es fácil advertir, esta aspiración de los padres
fundadores de la nacionalidad en América, no siempre fue seguida. ¿O sí, alguna vez? Tal es el caso de la población de esclavos, descendientes
de los millones de seres humanos desplazados de África contra su voluntad, que a pesar de la
existencia de decisiones que abolían ese estatus desde los primeros días de la Independencia, en
algunos casos demoró casi un siglo.
Charles Anderson analiza la creación del Estado
latinoamericano como una figura
correspondiente al europeo, pero sin la
experiencia social y política de éste. Al respecto
dice: “El concepto de Estado nacional europeo
que las nuevas repúblicas latinoamericanas
adoptaran como el “modelo más avanzado” se
fundaba en un complejo proceso de cambio que
sin paralelo en América Latina se estaba
registrando en Europa... La lucha por el poder
entre los Estados europeos implicaba un proceso
de movilización nacional económica y social
que condujo a la creación de nuevos patrones nacionales de organización social y económica (Anderson, 1974: 27)”.
Así, el Estado que se instauraba en las naciones latinoamericanas, como organización política a principios del siglo XIX, era un modelo que había evolucionado de acuerdo con las necesidades y circunstancias de las poblaciones de Europa. Las luchas por siglos, que por motivos religiosos, políticos y sociales, eran fuente de transformación continua de los ideales
y de la organización de esas sociedades. Cosa muy distinta era lo que acontecía en las nuevas repúblicas latinoamericanas, que se iniciaban
como tales, sobre un camino suspendido, a una parte de sus pueblos, por la conquista a las naciones originarias. Razón por la cual el moderno Estado liberal europeo distaba mucho de reconocer a los pueblos de la región, y a la vez ser reconocido por estos. En parte, porque estos no poseían las “destrezas” requeridas para su adopción. Destrezas que los pueblos de Europa adquirieron durante milenios de conflictos y construcciones teóricas del sentido político.