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Explicación:
Necesitas una esponja, jabón neutro y agua tibia para que el cristal no se dañe. Ahora, solo tienes que seguir estos sencillos pasos: Enjuaga las copas con agua tibia para eliminar los restos de suciedad. Añade unas gotas de jabón a la esponja y llena de agua la pieza con un poco de jabón, así la espuma hará su trabajo.
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