Ensayo sobre la influencia que tuvieron las culturas árabes y judías en el desarrollo de las culturas españolas. Para ello consulta que pieza artística o construcciones de esta cultura sobrevivieron ala reconquista y en qué consiste el nexo mudaje
Respuestas
La mayoría del pueblo judío vivía entonces bajo gobierno árabe, y fue entonces cuando se inició el largo y brillante período de la simbiosis judeoárabe cuyo significado para los judíos y el judaísmo es, hasta el día de hoy, importantísimo.
Durante sus cuatro siglos de hegemonía en España, las actividades culturales, artísticas y comerciales de los invasores árabes hicieron de ese país el más culto de Europa. Los historiadores hablan con admiración de Córdoba, capital del califato omeya, que se convirtió en un magnífico centro cultural con sus lagos y parques, palacios rutilantes y mezquitas.
La corte atrajo y ejerció su mecenazgo sobre poetas y filósofos, hombres de letras y ciencias. Los judíos respondieron con entusiasmo, contribuyendo diligentemente con su talento e inspirándose en ello para revivir su propia lengua y cultura. De esa forma, la luz vacilante de la cultura judía en Oriente se encendió de nuevo en Occidente y cuando el gran centro de Babilonia se derrumbó definitivamente, la hegemonía cultural judía pasó a los judíos de la España musulmana donde perduraría y se expandería durante medio siglo.
Eliyahu Ashtor, autor de la obra en tres volúmentes "Los judíos en la España musulmana", apunta que en el siglo XI, en todas las comunidades de la Península Ibérica había eruditos totalmente inmersos en la tradición judía y familiarizados con todas las ramas del saber judío.
Ashtor afirma que las obras que esos escritores produjeron, demuestran hasta qué punto los intelectuales judíos estaban arraigados en la cultura árabe. "La profunda influencia de la literatura árabe es evidente en el tipo de noble judío que se encuentra en muchas de sus obras, que es fiel al legado de sus antepasados y, a la vez, está imbuido de la cultura general".
En otros terrenos, el grado de interacción e influencia mutua fue aún mayor: "En el campo de las ciencias exactas", escribe Ashtor, "el contacto entre eruditos judíos y árabes desembocó en la colaboración. Todos los tratados sobre ciencias naturales escritos por los primeros, proceden de las obras árabes clásicas".
Otro ejemplo de interacción lo proporciona el estudio de la gramática hebrea, por la que los intelectuales judíos de la España musulmana mostraron gran interés. Los judíos trataron cuestiones de gramática hebrea e interpretaciones filológicas de los versículos bíblicos, y cualquier innovación de un filólogo árabe los estimulaba a hacer otro tanto en su propia lengua.
En las comunidades españolas del siglo XI abundaron también los intelectuales judíos interesados en cuestiones filosóficas que se dedicaron a la meditación especulativa. Citando de nuevo a Ashtor: "También ellos siguieron las huellas de los árabes, estudiando detenidamente los libros que los filósofos árabes manejaban y discutiendo los problemas que les interesaban".
Sin embargo, según Ashtor, la influencia de la cultura árabe en la vida intelectual de los judíos de la España musulmana se expresó sobre todo en el desarrollo de la poesía hebrea, cuyo nivel "fue ascendiendo de generación en generación hasta llegar a las cumbres de la creación artística". La poesía se convirtió, como lo era para los árabes, en el medio más bello para expresar lo que atañe a la cortesía y a los sentimientos personales. "Aparte de su valor estético y sentimental, los poemas compuestos por los judíos... demostraron que el hebreo no era menos eminente que otras lenguas y que podía emplearse también para expresar los sentimientos y deseos de la gente de la época".