resumen+final breve de unas 15 líneas no mucho mas del libro ``nunca seré tu héroe´´
por favor es para mañana
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FICHA DE LECTURA
1.-Ficha bibliográfica:
La autora de este libro se llama María Menéndez- Ponte, la editorial es “ SM “, y el libro se titula “nunca seré tu héroe”.
2.-Datos biográficos del autor:
Esta, es una autobiografía de la escritora:
Había una vez una niña que nació en un lugar lleno de mar llamado La Coruña, y esa niña era yo. ¿Que cómo era yo? ¡Uf, qué complicado! Mi abuelo materno —que, como a todos los abuelos, se le caía la baba con su nieta— decía que era «voluntad virgen», una manera poética de decir que era una auténtica salvaje. Ni los trajecitos ingleses que me ponía mi madre ni las «buenas artes» de las monjas lograron en aquella época bajarme de los árboles y arrancarme de las olas del mar. Mis padres nunca entendían por qué cambiaba constantemente todos los muebles de sitio y los apilaba en distintos rincones de la casa y por qué nunca utilizaba los juguetes según la finalidad para la que habían sido concebidos. Y a mi me resultaba difícil explicarles que las casas modernas no estaban diseñadas para albergar a duendes, gnomos y hadas, y que los juguetes no eran lo que parecían. Así que, al igual que Celia (a la que leía y releía todas las noches con auténtica pasión) pasaba mucho tiempo castigada sin saber por qué, preguntándome cómo era posible que hubiera aterrizado en un mundo tan extraño sin unas instrucciones debajo del brazo.
De los árboles pasé a las nubes y de las nubes a la Luna. Allí me columpiaba y daba volatines (porque lo de ser saltimbanqui era otra de mis vocaciones); pero, por lo visto, no se podía vivir eternamente en la luna, de modo que mis padres tomaron la drástica decisión de mandarme interna. Entonces hice el esfuerzo de convertirme a la «normalidad»: en lugar de saltimbanqui me hice gimnasta y bailarina de ballet y en lugar de dedicarme a los gnomos y a las hadas, me dediqué a estudiar. Puse tanto empeño en ello que llegué incluso a convertirme en ratón de biblioteca.
Por suerte, me llegó un día un regalo maravilloso, que fue mi primer hijo, y pude volver a mis orígenes, o sea, a los árboles y a las olas, y a inventar historias y a vivir aventuras (se me pegan como el chicle; cada vez que salgo de casa, me ocurre algo increíble). Luego vino otro niño y una niña y otro niño... Así que ya no me he vuelto a bajar de los árboles porque he descubierto que es un lugar fabuloso para escribir, que es lo que más me gusta y a lo que ahora me dedico.