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Washington, 15 de abril. México se convirtió en el mayor expulsor de trabajadores migrantes del planeta. Se trata de un movimiento de personas que buscan trabajo y que son la expresión de un fenómeno creciente que, sin embargo, ''no debe considerarse ninguna receta para el desarrollo, porque tiene altos costos'', aseguró el Banco Mundial (BM).
Un informe presentado hoy por el organismo aseguró que entre 2000 y 2005 salieron de México 2 millones de personas para buscar trabajo en Estados Unidos. Es una cifra creciente si se toma en cuenta que una década antes, entre 1990 y 1995, el registro da cuenta de una emigración de un millón 800 mil mexicanos.
El informe Indicadores del Desarrollo Mundial, que concentra datos de 185 países asociados al banco, presenta el fenómeno migratorio en un contexto amplio. El aumento en el movimiento de personas que cruzan la frontera norte ha convertido a México en el país con más ciudadanos que viven fuera, arriba de China, Pakistán e India.
Costos económicos y sociales
''La migración tiene costos no económicos que deben ser reconocidos'', consideró, respecto del caso de México, François Bourguignon, vicepresidente del Banco Mundial, al ser interrogado por La Jornada sobre los datos contenidos en el informe de la institución.
''Hay costos sociales que se pueden expresar desde el hecho de que los que se quedan no están precisamente encantados porque sus familiares se fueron; hay costos sicológicos, porque todo mundo preferiría ganar lo que perciben los que trabajan fuera, pero quedándose en el país'', añadió Bourguignon.
El vicepresidente del Banco Mundial destacó que, además, existe un costo social que no se ha estudiado suficientemente. ''Es un costo asociado con el hecho de que los migrantes no son a veces bien recibidos o no se integran en el país que los recibe. La migración no debe considerarse ninguna receta para el desarrollo, porque tiene estos altos costos'', dijo.
En tanto, Eric Swanson, director del equipo del Banco Mundial que elaboró el citado reporte, mencionó que la migración en el mundo se ha incrementado notablemente en los años recientes. Y en ese contexto es que México se ha colocado en la punta entre los países expulsores de ciudadanos.
''Desde 1990, al menos 35 millones de personas han cambiado de residencia en el mundo; esto es un fenómeno creciente'', comentó Swanson. El monto mundial de las remesas creció el año anterior a 180 mil millones de dólares (23 mil millones corresponden a México), lo que representa un aumento de 600 por ciento respecto de 1990, añadió.
Los datos contenidos en el reporte denominado Indicadores del Desarrollo Mundial señalan que, entre 2000 y 2005, salieron de México 2 millones de personas en busca de trabajo en Estados Unidos. En segundo sitio se ubicó China, con un millón 950 mil, en el mismo periodo. El tercero lo ocupó Pakistán, con un millón 810 mil; India, un millón 750 mil; Irán, un millón 379 mil; Indonesia, un millón; Filipinas, 900 mil, y Ucrania, con una emigración de 700 mil ciudadanos en el periodo de referencia.
Según los datos contenidos en el reporte, entre los años 2000 a 2005, la emigración desde los países latinoamericanos alcanzó 4 millones 12 mil personas, lo que significa que la mitad de este movimiento estuvo relacionado con mexicanos.
De hecho, en los cinco años considerados en el documento de la institución bancaria la emigración de ciudadanos de México fue prácticamente similar a la registrada por la totalidad de los países del Medio Oriente y norte de Africa, que fue de un millón 318 mil personas.
Y casi el doble en México que las personas que se trasladaron, en los mismos cinco años, desde los países de Africa al sur del Sahara -considerada la región más pobre del mundo-, donde la migración fue de un millón 318 mil personas en el periodo de referencia, según los datos contenidos en el reporte que elaboró el Banco Mundial.