¿Cómo se reparte el total del valor producido por el trabajador? ¿Por qué? etica y ciudadania

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Respuesta dada por: princesitabrendis1
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No me se la respuesta pero si se que la puedes encontrar aquí

Respuesta:

Revista Confluencia, año 1, número 4, otoño 2004, Mendoza, Argentina,

ISSN 1667-6394

Norma Fóscolo

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Universidad Nacional de Cuyo

La ética ciudadana: una fundamentación de la ética

profesional del trabajador social

Resumen

El trabajo pretende justificar, a partir de una argumentación epistemológica, la

propuesta de fundamentar filosóficamente la ética profesional del Trabajo Social desde la

ética social y ciudadana. Describe el estatuto objetivo de la profesión y las principales

contradicciones que, en el ejercicio de la misma, se producen entre sistemas de valores o de

normas. En grandes líneas se trabaja el concepto de ciudadanía, particularmente de la

ciudadanía social, y se enuncian los valores y virtudes de la ética ciudadana. Se demuestra

que la adopción de la ética ciudadana como fundamentación de la ética profesional del

Trabajo Social haría posible la superación de las contradicciones descriptas. El Trabajo

Social aparece entonces prefigurado como una profesión con rasgos ético-políticos al

servicio del valor de la justicia social.

Revista Confluencia, año 1, número 4, otoño 2004, Mendoza, Argentina,

ISSN 1667-6394

Las condiciones de fundamentación de la ética profesional del Trabajo Social

Varias son las dificultades y los desafíos teóricos y epistemológicos que se

presentan cuando se trata de elaborar una propuesta de ética profesional para el Trabajo

Social. Porque es absolutamente necesario tomar en cuenta la realidad del estatuto objetivo

-social e institucional- de la profesión, la que supone un saber, un saber-hacer, una serie de

procedimientos y técnicas específicas que no pueden sino ser atravesados por la dimensión

moral y no pueden evadir los principios éticos que han de inspirar a los profesionales en el

ejercicio de su profesión, sobre todo si la intención es proporcionar, desde la reflexión

filosófica sobre la moral, algunas pautas o normas que iluminen el obrar moral concreto en

el ejercicio de la profesión.

Partir del estatuto objetivo de la profesión implicará: 1) Describir los valores que se

vivencian como deseables y objeto de la intención en el ejercicio de la profesión y las

posibles contradicciones entre estos valores. Se impone también rastrear el arraigo de estos

valores en la experiencia histórica y las ideologías o concepciones de la vida que los

generaron. Para ello será necesario echar mano de los conocimientos científicos que nos

proporcionan las ciencias sociales: historia, sociología, ciencia política. 2) Será necesario

interpretar estos datos desde la filosofía social, la filosofía política y la ética. 3) Se deberá

contrastar dialécticamente esta experiencia histórica y sus productos con principios éticos

universales racionalmente fundados. Finalmente, sería deseable 4) aplicar estos principios

éticos al obrar moral del profesional. Ello, no de una manera estática para mantener las

formas de un código existente decantado de una experiencia histórica, sino de manera de

5) posicionarse críticamente frente a estos códigos y costumbres en vistas de lo que

Aranguren denomina una "moral prospectiva" que se formule para situaciones nuevas,

anticipables (Aranguren, 1994: 77). 1

Este último objetivo requerirá de un discurso que, además de ser eminentemente

racional, adquiera características de un discurso persuasivo, exhortando al cambio y la

transformación (Aranguren, 1994: 87/91).

Manteniendo una doble mirada, hacia lo teórico y lo empírico, nos hallaremos

con una doble paradoja. Por un lado, en la dimensión teórica, el escenario de la

multiplicidad de paradigmas éticos en disputa que produce choques y acercamientos, sin

que ninguno de ellos logre llevarse el triunfo del consenso filosófico total.

Por el otro lado, en el presente histórico de nuestra sociedad, la sociedad en la que

vivimos y actuamos, nos encontramos con una pluralidad de códigos morales,

correspondientes a distintos modos de vida (Aranguren, 1994) o, expresado en términos de

A. Heller, con un ethos disgregado (en contraposición del ethos denso de las sociedades

premodernas) en el que cada forma de vida y cada esfera de la acción humana comporta

sus propias normas y valores. Finalmente, experimentaremos la "desmoralización": laxitud

de las normas comunes e incertidumbre de los sujetos sobre cómo actuar (Aranguren,

1994: 134).

  1. Fijaremos nuestra posición en lo que respecta a los paradigmas
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