Respuestas
Respuesta:
1. Tomar días libres: El cuerpo necesita tener al menos un día de descanso a la semana para recuperarse. Los periodos de descanso durante los entrenamientos y las pruebas deportivas pueden reducir las lesiones y evitar los golpes de calor.
2. Utilizar el equipamiento adecuado: los jugadores deben vestir el equipo protector correcto en función del deporte, y no por ello realizar actividades más peligrosas o arriesgadas.
3. Aumentar la flexibilidad: incorporar un plan de mantenimiento con ejercicios de estiramiento antes y después de la práctica deportiva para aumentar la flexibilidad.
4. Jugar de forma segura: evitar los golpes y el contacto entre los jugadores por acciones antirreglamentarias, informando y reforzando el seguimiento de las reglas de juego.
5. Si hay dolor, hay que parar: debemos cesar con la actividad si se siente dolor en el entrenamiento o una vez empezado el juego o la actividad deportiva. Así debemos inculcarlo en los jóvenes.
6. Evitar las lesiones por calor: es importante mantenerse hidratado y beber muchos líquidos antes, durante y después del ejercicio o deporte. Durante los periodos de mayor calor o humedad se debe disminuir o cesar la práctica deportiva.
7. Cuidar el aspecto emocional: Para evitar un posible estrés emocional, en el ejercicio y deporte debe valorarse el esfuerzo, la deportividad y el trabajo realizado. Niños y jóvenes deben ser recompensados por esforzarse y por mejorar sus habilidades, en vez de castigados o criticados por perder en un juego o competición.
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