Lo que sólo uno escucha (fragmento) José Revueltas La mano derecha humilde pero como si prolongase aun el magico impulso, descendio con suma tranquilidad a tiempo de que el arco describia en el aire una suave parabola. Eran evidentes la actitud de pleno descanso, de feliz desahogo y cierta escondida sensación de victoria y dominio, aunque todo ello se expresara con timidez y verguenza, como con miedo de destru algun mo sortilegio o de disipar zigun secretismo dialogo Interior a la vez muy onde y muy puro la otra mano permaneció i sobre el diapason tambien victima del hechizo la alegria, igualmente atenta a no romper el minuto sagrado y sus dedos parecian no atreverse a recobrar la posición ordinaria, fijos de estaposquetos a causa del milagro Aquello era increible, mas con todo la expre- sión del rostro de Rafael mostrabase singularmen- te paradojica y absurda. Una sonrisa tonta vagaba por sus labios y se diria que de pronto iba a llorar de agradecimiento de lamentable humildad --No puede ser, no es cierto es demasiado hermoso -balbuceo presa de una agitacion ex- trana y enfermiza. Aparto el violin de bajo su bar billa y oprimiendolo luego con el codo, la mano quierda libre y sin que la otra abandonase el anco, se puso a examinar ambas flexionando ridiculamente los dedos, una y otra vez como si los quisiera desembarazar de un calambre No puedo creerlo, es demasiado -repitio. Jose Revueltas, lo que solo uno escucha en Centros mecanos Antologia Mexico SEP 2002 (Libros del Rincon pp. 39-40
has una pequeñita redacción
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Respuesta:
La mano derecha, humilde, pero como si prolongase aún el mágico impulso, descendió con suma tranquilidad a tiempo de que el arco describía en el aire una suave parábola. Eran evidentes la actitud de pleno descanso, de feliz desahogo y cierta escondida sensación de victoria y dominio, aunque todo ello se expresara como con timidez y vergüenza, como con miedo a destruir algún íntimo sortilegio o de disipar algún secretísimo diálogo interior a la vez muy hondo y muy puro. La otra mano permaneció inmóvil sobre el diapasón, también víctima del hechizo y la alegría, igualmente atenta a no romper el minuto sagrado, y sus dedos parecían no atreverse a recobrar la posición ordinaria, fijos de estupor, quietos a causa del milagro.
coronita :)
Explicación:
yo hice esto el año pasado si lo encuentro te lo paso