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En la vida diaria del hombre moderno, el deporte desempeña un papel importante. El desafío en las diversas disciplinas deportivas que se basan en la cooperación colectiva, el rendimiento y el plan individual, anima considerablemente la vida.
Gracias al deporte, la vida de los jugadores activos y de los espectadores, se hace más rica. El deporte crea obligaciones, estimula la personalidad intelectual y física y ofrece posibilidades reales de integración social, es decir, de encuentros a nivel humano.
Y dado que el deporte exige un dominio personal y de la fuerza física, reduce las agresiones, tranquiliza los nervios y el temperamento del hombre generalmente en tensión.
El handball es actualmente uno de los juegos más rápidos que se conocen. Esta disciplina exige condiciones, fuerza muscular, rapidez, elegancia técnica y la voluntad de cooperar y coordinar. Con sus exigencias a todas las partes del cuerpo (piernas y pies para correr, el torso para la defensa, los brazos y las manos para lanzar con exactitud y la cabeza para reflexionar) ofrece a los jugadores y jugadoras un entrenamiento armonioso de todo el organismo. Rara vez otro deporte desarrolla de esta manera el corazón y los pulmones, en una palabra, todos los órganos internos del cuerpo humano.
Desde el punto de vista técnico el handball ofrece a los participantes y a los entrenadores un rico desafío. La misma naturaleza del jugador representa una dura prueba para los jugadores y el equipo. Los movimientos vivos y rápidos del ataque y la defensa exigen precisión, un perfecto equilibrio y un extremo dominio del cuerpo y de los músculos.
Dado que el interés se encuentra estrechamente vinculado a la pelota, este deporte atrae también a la juventud. Así, la historia de handball está íntegramente relacionada con las actividades físicas de las escuelas de prácticamente todo el mundo. En efecto, el handball empezó como deporte típicamente escolar, por exigir terrenos relativamente pequeños y un equipo muy simple. Es indiscutible que el handball se desarrolló gracias a la posibilidad de poderse jugar durante todo el año. Durante estos años, este deporte competitivo cambió del terreno al aire libre a los gimnasios cubiertos, pero esto no quiere decir que ni siquiera hoy, con un número cada vez mayor de polideportivos cubiertos existentes o en construcción, el handball no pueda jugarse en un terreno al aire libre. El juego de handball sigue siendo flexible, lo que se demuestra por otra parte por su creciente popularidad mundial.
La táctica de handball está también muy desarrollada. El hecho de que el juego se dispute en un terreno de 20 x 40 metros, con siete jugadores en cada equipo en el terreno, exige un plan de juego exacto, mayor interés y una severa disciplina por parte de los jugadores del equipo en general.
Gracias al deporte, la vida de los jugadores activos y de los espectadores, se hace más rica. El deporte crea obligaciones, estimula la personalidad intelectual y física y ofrece posibilidades reales de integración social, es decir, de encuentros a nivel humano.
Y dado que el deporte exige un dominio personal y de la fuerza física, reduce las agresiones, tranquiliza los nervios y el temperamento del hombre generalmente en tensión.
El handball es actualmente uno de los juegos más rápidos que se conocen. Esta disciplina exige condiciones, fuerza muscular, rapidez, elegancia técnica y la voluntad de cooperar y coordinar. Con sus exigencias a todas las partes del cuerpo (piernas y pies para correr, el torso para la defensa, los brazos y las manos para lanzar con exactitud y la cabeza para reflexionar) ofrece a los jugadores y jugadoras un entrenamiento armonioso de todo el organismo. Rara vez otro deporte desarrolla de esta manera el corazón y los pulmones, en una palabra, todos los órganos internos del cuerpo humano.
Desde el punto de vista técnico el handball ofrece a los participantes y a los entrenadores un rico desafío. La misma naturaleza del jugador representa una dura prueba para los jugadores y el equipo. Los movimientos vivos y rápidos del ataque y la defensa exigen precisión, un perfecto equilibrio y un extremo dominio del cuerpo y de los músculos.
Dado que el interés se encuentra estrechamente vinculado a la pelota, este deporte atrae también a la juventud. Así, la historia de handball está íntegramente relacionada con las actividades físicas de las escuelas de prácticamente todo el mundo. En efecto, el handball empezó como deporte típicamente escolar, por exigir terrenos relativamente pequeños y un equipo muy simple. Es indiscutible que el handball se desarrolló gracias a la posibilidad de poderse jugar durante todo el año. Durante estos años, este deporte competitivo cambió del terreno al aire libre a los gimnasios cubiertos, pero esto no quiere decir que ni siquiera hoy, con un número cada vez mayor de polideportivos cubiertos existentes o en construcción, el handball no pueda jugarse en un terreno al aire libre. El juego de handball sigue siendo flexible, lo que se demuestra por otra parte por su creciente popularidad mundial.
La táctica de handball está también muy desarrollada. El hecho de que el juego se dispute en un terreno de 20 x 40 metros, con siete jugadores en cada equipo en el terreno, exige un plan de juego exacto, mayor interés y una severa disciplina por parte de los jugadores del equipo en general.
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