Respuestas
Respuesta: ¿Barbarie o grandeza? ¿Cómo calificar el desarrollo histórico del siglo
XX? Estas preguntas se las realizó el historiador español Julio Aróstegui, hace unos pocos años, en un esclarecedor artículo. Decía entonces
Aróstegui que resultaba tremendamente complicado abordar en “un
juicio desapasionado y objetivo lo que para la historia, milenaria ya, de
nuestra civilización ha representado esta centuria por demás agitada
y progresiva, fragmentada y bélica, destructora y creativa, todo a un
tiempo.”1
Y con toda razón. Este es el momento de Auchswitz, de
Vietnam, del Apartheid y de la amenaza nuclear, pero también es el
momento de Woodstock, de la UNICEF, del Cine, de los Juegos Olímpicos, de la Penicilina y del Blaue Reiter. No es un período sancto, pero
juzgarlo como un fracaso sería poco menos que una gran injusticia.
Podemos afirmar que es el siglo del genocidio2 ante la realidad de la
Armenia de la década de 1910, de la Unión Soviética en los años 20
y 30, de las acciones de Japón en China desde 1931, de la Alemania
nazi, de la Yugoslavia de la década de 1990 o de la Rwanda de 1994,
pero también es el siglo de los Derechos Humanos. Podemos concebir
el período como el más devastador para el medio ambiente, pero también es el siglo de los más grandes esfuerzos de preservación del planeta que la humanidad haya presenciado. Podemos mirar el siglo como
el de la opresión política, pero también es el siglo de la Libertad. Así
pues, donde quiera que surja una voz condenatoria del siglo XX, surgirá también una voz benéfica, no para absolver sino para recordarnos
que allí donde el ser humano puede llegar a ser terriblemente destructivo, termina alzando la bandera de la construcción.
Explicación:
Explicación:
siglo xx se caracterizó por los avances de la tecnología, medicina y ciencia; el fin de la esclavitud en los llamados países subdesarrollados; la liberación de la mujer en la mayor parte de los países occidentales; pero más que todo por el creciente desarrollo de la industria, convirtiendo a varios países, entre ellos Estados Unidos, en potencias mundiales. También el siglo se destacó por las crisis y despotismos humanos en forma de regímenes totalitarios, que causaron efectos tales como las Guerras Mundiales; el genocidio y el etnocidio, las políticas de exclusión social y la generalización del desempleo y de la pobreza.