Por qué es importante conocer De dónde provienen los materiales con los que se fabrican las computadoras
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El abuso de dispositivos móviles va en aumento desde que estamos en cuarentena, pasar tiempo en redes sociales se ha incrementado de una forma sorprendente. Vivimos pendientes de actualizar nuestras cuentas y de lo que hacen los demás, de las noticias, etc., y nos olvidamos que estos momentos son para reflexionar y mantener nuestra salud corporal y mental lo más balanceada posible.
Llevamos décadas sumergidos en la floreciente industria destinada al egocentrismo y dejamos de lado que esta obsesión tiene un impacto en el cuerpo que conlleva algunas alteraciones como: obsesión, confusión, disociación de la realidad y parálisis en el sistema cognitivo ahora más que nunca.
¿Se debe a las presiones que nos imponemos para sentir que tenemos un objetivo que cumplir y que seguimos siendo parte activa de la sociedad? Todo apunta a realizar mecánicamente cualquier tipo de actividad para su transmisión inmediata.
Basta con deslizar el dedo y encontrar en Instagram cuentas de todo tipo de usuarios y celebridades en las que se muestran metamorfosis inverosímiles, vidas y anatomías que “creemos son perfectas”, una situación que causa obstinación por tratar de reproducir los mismos resultados a como dé lugar. También esto logra que busquemos lucir lo mejor posible en nuestro día a día. Pero también, por otra parte, implica a los usuarios a estar sentados sin hacer ningún movimiento más que el de los dedos.
El abuso del teléfono o la computadora tiene consecuencias terribles en tu salud
© An Le
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Entonces, ¿cómo funciona esta dinámica? ¿Estamos viviendo con un guión diario en el que cada quien tiene un rol protagónico, mientras los espectadores esperan más de nosotros día a día? Me pongo a pensar: ¿Para quién estamos viviendo? ¿Para aquellos que están detrás del celular o para uno mismo? Y, ¿hasta qué grado esta presión afecta no solo a la autoestima, sino a nuestra salud? Ya tenemos bastante con todo lo que está sucediendo en el día a día en el mundo y lo peor es que a veces por todas las tareas que tenemos que hacer, más el homeoffice y no podemos despegarnos ya ni un segundo de nuestros dispositivos móviles.
Me puse en contacto con la doctora Aida Galicia López, especialista en Reumatología y Medicina Interna, para que nos pusiera al tanto de las repercusiones que causa este problema hoy más que nunca.
Uno de los daños más importantes que sufre el cuerpo es que al utilizar más de 20 horas al día el celular, o cualquier otro tipo de dispositivos, se producen daños considerables a nivel de estructuras músculo esqueléticas, algunos de ellos de tal magnitud que pueden condicionar la limitación funcional.
Dependiendo de la estructura afectada, existen varios tipos de daño estructural como a nivel articular, ya que para manipular un gadget se requiere de un movimiento constante del dedo pulgar y este puede condicionar a largo plazo una artrosis a nivel de las articulaciones de dicha falange, es decir, un proceso de desgaste articular, sobre todo en los huesos que forman la base del pulgar.
Las consecuencias van desde dolor y desgaste severo a una limitación en el rango del movimiento. Al nivel del nervio periférico se produce el llamado Síndrome del Túnel del Carpiano. Esta enfermedad provoca que el nervio encargado de transmitir sensibilidad a la mano, quede atrapado dentro de un ligamento a nivel de la muñeca.
Otro problema que suele ocasionar nuestra obsesión por el teléfono u ordenadores es la de contraer una tendinitis de De Quervain, que es la inflamación de uno de los tendones encargados de la función de doblar y extender los dedos.
El abuso del teléfono o la computadora tiene consecuencias terribles en tu salud
© An Le
Suele resultar sumamente incapacitante e impide a la persona realizar el movimiento normal de la muñeca y el pulgar. Recordemos el caso publicado por la revista médica británica The Lancet, hace casí seis años, en el que una mujer de 34 años, próxima a dar a luz, tras seis horas de estar enviando mensajes de texto se desvaneció por un dolor intenso e incapacitante que paralizó su muñeca a tal grado que tuvo que ser hospitalizada por semanas. Este fue el primer caso de la enfermedad bautizada como ‘whatsappitis’, la cual no es otra cosa que una tendinitis de De Quervain en grado severo.
Especialistas de diversas áreas de la salud advierten cada vez más sobre el uso excesivo de toda la tecnología.