• Asignatura: Castellano
  • Autor: vickraft09
  • hace 2 años

encontrar inicio nudo y desenlace:



Hay un peligro, que yo lo tuve, y es el misterio de la mujer. Yo me dije: eso tengo que averiguarlo: Y me puse a fijarme en las mujeres; pero el misterio no se me resolvía con cualquier mujer en que me fijara. Un día vi a una que estaba sentada y se me pareció a mi mamá; pero se levantó y ya no se parecía. Otra vez me iba delante una mujer que en el bulto y en los movimientos era como mi mamá; eso veía yo; pero cuando me la pasé y le vi la cara, se fue el parecido. Me sucedió también que yo iba distraído y de pronto oí la voz de mi mamá; alcé la cabeza y vi unas mujeres que iban hablando, pero la voz de mi mamá no volvió.



Entonces, yo me puse a pensar que mi mamá estaba como repartida en pedazos, y también en pedacitos, entre otras mujeres. Esto me gustó al principio y yo las seguía disimuladamente y con el misterio dándome vueltas en la cabeza y que a veces comenzaba a regárseme por todo el cuerpo.



Pero, después, me molestaba que una mujer pudiera ser en ninguna cosa como mi mamá. Y entonces ya no les hallé más parecidos. Primero pensaba yo: es que se los estoy negando, porque sí lo tienen. La verdad la ví, al fin, cuando comencé a sentir los tironcitos; esos parecidos no existían y era que el misterio de la mujer me los ponía como trampa. Y ya no quise averiguar más el misterio de la mujer.



Sí, Dios me ha favorecido. Con su protección y ateniendo a las riendas encontré mi propio camino en el mundo. Mi trabajo es caminar, y eso me gusta. El alimento lo consigo con solo decir: Qué tal, caballerazo. Ahora tengo mi casa. Dios me ha librado de toda inquietud.



Y Él me ha sentado hoy aquí y no quiere que me levante y camine. Qué raro, aquel perro. ¿No habrá por ahí algún muchacho con una piedra en la mano? No. No hay nadie. No hay más que la calle. Pero la calle comienza a desaparecer, me va dejando. Y el sardinel donde estoy sentado se está alzando como una nube y me lleva en la soledad y el silencio. Ahora veo a mi mamá. Está de pie, a la puerta de la cocina, pero no me ha visto. La llamo: ¿Ya vas a freír las tajaditas de plátano, mamá?

Respuestas

Respuesta dada por: bsperalta07
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Respuesta:

sjsnsoskd iMIsnjss insisto zz A Sisi. isnskaa. jaja.

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